A principios del mes de junio tuve la grandiosa oportunidad de acudir a la Brigada de verano, realizada en Villa del Carbón, específicamente en cinco comunidades: Los Arana, Monte de Peña, La Capilla, La Esperanza y en el Centro. En cada uno de ellas se realizaron proyectos diferentes, que iban
... Ver más desde hacer un invernadero hasta crear una marca para niños con discapacidad intelectual.
Sabíamos que las cosas no iban a hacer fáciles, pero al final los resultados fueron mejor de los que esperábamos, se pudo arreglar varios centros de cómputo, al igual se impartieron talleres de Excel y de equidad de género. Así como clínicas de baketball y de voleibol. En cuanto a la construcción se realizó un invernadero, un deshidratador solar y un recolector pluvial, a la par se ejecutó un plan de negocios cuyo objetivo fue crear la marca Kali, forjando así una autonomía e independencia en los niños del CAM (Centro de Atención Múltiple).
La experiencia fue muy enriquecedora en todos los sentidos. Aprendí desde aquella señora que cocinaba día con día en el comedor comunitario, hasta aquél señor que vendía plantas en el Centro de Villa. Este tipo de viajes nos apremian con sus grandes enseñanzas, la clave está en tener la disposición de hacer que las cosas sucedan.
Es impresionante retroceder el tiempo y ver lo grandes resultados, sin embargo, los recuerdos quedan para siempre. Hoy más que nunca me encuentro comprometida con mi sociedad, pues la vida me ha dado tanto que es momento de accionar para el cambio que se desea.