Y bueno, esto lo comparto porque me di cuanta que hay muchos líderes del mañana pasando por una situación similar a la siguiente. Llevo meses en debates conmigo misma y en un proceso de resilencia, pero creo que es momento de compartirlo ya que me di cuenta es algo normal
... Ver más y que a muchos nos pasa:
-He estado en depresión y ansiedad por situaciones externas a mi: el estrés fue tan grande que llegué a considerar renunciar a mi beca, terminé en el hospital con hipotermia y bradicardia, bajé varios kilos, me alejé de varias personas (perdón por eso pero necesitaba escucharme a mi un rato), en fin.
-Por motivos de la vida, tengo nuevos miedos y frustraciones: conocí derechos sociales a los que no había tenido acceso antes y me gustaron, luego volví a un estado en los que los tengo parcialmente pero al menos va mejorando muy lentamente. Eso es estresante.
-Me preocupa mi beca, mi carrera y mi persona, me peleo en qué invertir mi tiempo: deporte, relaciones interpersonales, la academia, mi salud. Al final de cuentas y por orden de importancia es la salud (física y mental), las relaciones interpersonales y la academia.
-Me arrancaron de cosas que amo. Aprendí a saber que uno tiene que ir a recoger esos pedazos de alma que dejó para estar en paz. También a ser paciente y que en un intento de desesperación no debo negar lo que de verdad quiero.
-El límite fue cuando hace unas semanas me preguntaron porqué lloraba y respondí horrorizada que estaba viviendo mi vida de una manera en la que no quería. ¿Porqué? porque el ritmo acelerado de trabajo en el que estoy no es natural y no me daba tiempo de meditar y reconocer qué quiero y qué me motiva.
-Entonces aprendí que si mis condiciones no me permiten tener las cosas de cierta manera como quisiera, por lo que me debo adaptar y aprender a quererlas de una manera más inteligente y sin renunciar a ellas. Creo que eso es aceptación, nunca lo había entendido.
-Poco a poco fui decantando mi realidad de la negatividad. Empecé a reconocerme y conocerme, abrir mi mente, perdonarme y perdonar. Aprendí que meditar funciona bastante.
-Corroboro que eso que el karate me enseñó, que hay pensar con mente fría para actuar con corazón caliente.
-Con toda la confusión que puedo tener a mis apenas 20 años cumplidos de vida, declaro que ha sido un sacrificio levantarse antes que el sol para entrenar mi cuerpo porque me importa, estudiar, aprender y entender de verdad, ver con los ojos que esos conocimientos te brinda una realidad en la que te das cuenta que eres parte del objeto de estudio y que hay cosas en la sociedad que NO ESTÁN BIEN, intentar cambiarlas, buscar fuentes de ingreso, administrar tu dinero de comida y camiones para un día tener mejores oportunidades y viajar o estudiar un diplomado en otro lado, ver a tus amigxs, familia y llegar a (casa?, departamento, sofá, casa de un amigo, biblioteca, residencia universitaria) para hacer tarea o intentar dormir si es que la ansiedad no te deja. Todo porque me apasiona aprender y me motiva la fe de construir una mejor sociedad al enseñar lo que aprendido como internacionalista, mujer, mexicana, estudiante y ser humano.
-Finalmente aprendí a valorar algo clave: la conciencia de clase y la conciencia individual. Yo sé quién soy: me tocó nacer en este tiempo y sociedad como mujer y bajo el nombre de Tabatha, con todo y lo que esto implica.
-Me conmueve mucho recibir la noticia de ser nominada por Foro Mujeres Líderes de México en esta etapa personal, porque me da la motivación de seguir adelante y de saber que mi dedicación no es en vano, que no ando dando pasos sin rumbos y que el esfuerzo da frutos.