Cuando era un niño de 11 años escuché hablar de lo que era el Tecnológico de Monterrey y desde entonces me enamoré de la escuela, pero siempre lo contemplé como un sueño muy lejano porque las posibilidades económicas me lo impedían, aunque soñar no costaba nada.
Afortunadamente el destino me brindó la oportunidad de poder estudiar mi carrera en esta escuela y por ello siempre estaré agradecido con las personas que hacen que esto sea posible. El Tec me ha cambiado la vida, puedo decir que soy una persona diferente a la que entró tres años atrás, la convivencia con profesores, compañeros de clase, y en general con toda la comunidad Tec ha cambiado la visión y metas que tengo en la vida.
Uno de los hechos que más me ha marcado fue cursar un Semestre i, en este semestre pude tener un acercamiento real con la industria y apliqué los conocimientos teóricos para un proyecto Lean Six Sigma y fue todo un reto. El nivel de exigencia fue muy alto pero quedé muy satisfecho con los resultados y la manera en que fueron conseguidos, ya que fue un trabajo de equipo muy grande de todos los alumnos participantes. Lo que más aprecio de esta experiencia es el hecho de poder convivir con los trabajadores de la planta y conocer acerca de sus historias de vida, el convivir con los operarios me hizo reflexionar acerca del papel tan importante que tenemos que cumplir los líderes del mañana, tenemos el compromiso de que en el futuro cuando laboremos en nuestras distintas áreas de estudio, debemos ser líderes con sentido humano porque ninguno de nuestros objetivos puede cumplirse solo, siempre necesitamos del apoyo de la gente.
Cuando llegué a esta escuela tenía muy altas expectativas y todas ellas han sido superadas, cada uno de los profesores que he tenido durante estos tres años han hecho que me enamoré aún más de mi carrera, puedo decir que, aunque me ha costado desvelos, frustración y estrés, al final cuando entregas un proyecto o acabas un semestre se siente una inmensa satisfacción por haber cumplido con los retos que representa cada materia.
Además de las materias académicas, todas las actividades deportivas y musicales en las que he estado dentro del Tec también me han ayudado a desarrollar muchos aspectos de mi vida personal, soy un amante del baloncesto para mí es un deporte que ayuda a entender lo que es el trabajo en equipo y la comunicación, practicar este deporte en mi campus ha sido muy satisfactorio porque además he aprendido a transmitir mis conocimientos con otros compañeros y me agrada saber que puedo ser de ayuda para que otras personas puedan desarrollarse.
Para mí estudiar en esta escuela es una motivación constante porque todo el ambiente siempre te incita a hacer cosas nuevas y superarte, entre pasillos o en pláticas escuchas los logros y planes de compañeros y de cierta forma eso me ha ayudado a plantearme metas más grandes. Me siento lleno de orgullo que a pesar del lugar donde provengo y mi clase socioeconómica no he encontrado barreras para seguir creciendo, yo provengo de Tultepec un municipio del Estado de México, la colonia donde vivo es considerada una zona de peligro, a diario regreso de la escuela para contemplar lo que es la realidad no solamente en mi comunidad sino en muchas partes del país y me motiva para ser un agente de cambio porque sé que nuestro país debe de tener un mejor futuro y la llave está en la educación.
Mi nombre Diana y pertenezco a la segunda generación de Líderes del Mañana. Durante los dos años que he estado estudiando en el Tec he aprendido que en muchas ocasiones “desaprender” es parte del proceso del aprendizaje; es necesario poner en duda lo que hasta ahora sabemos y tener la disposición para cambiar nuestra forma de pensar.
Tal vez muchos de nosotros hemos escuchado en repetidas ocasiones que no se puede o que tenemos expectativas irreales. Bueno, pues si están ahora leyendo esto han logrado olvidarse de esas ideas para creer en sí mismos. Quiero contarles que deben acostumbrarse a estos cambios, ahora que están en el Tec deben estar preparados para transformar sus mentes.
Cuando yo comencé mi registro para Líderes del Mañana me encontraba un poco escéptica, me parecía una oportunidad increíblemente buena y llegué a dudar si debía aplicar; sin embargo, terminé mi registro y pocas semanas después de presentar el examen de admisión me comunicaron que había sido seleccionada.
Esto me ayudó a darme cuenta de que creer en nosotros mismos es lo más importante para cumplir cualquier meta que tengamos en mente, necesitamos desaprender, olvidar las ideas negativas y confiar en lo que hacemos. Ahora que estoy en el Tec, este pensamiento se ha reforzado. Cada semestre está lleno de nuevos retos por afrontar, nuevos conocimientos y nuevas personas por conocer.
Además, el Tec también me ha enseñado que es necesario ayudar a la sociedad, es por ello que actualmente me encuentro colaborando en un proyecto que busca la inclusión de las personas mudas. Para ser honesta, antes de conocer los retos que mis profesores me han presentado no había visto de forma clara todos los problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad y la importancia de que todos ayudemos a solucionarlos.
Tras este breve tiempo en el programa, puedo decir con certeza que estudiar en el Tec marcará sus vidas. No sólo por los conocimientos que adquieran o por los retos que van a presentarles, también conocerán personas que dejarán huella en ustedes, los inspirarán, y encontraran gran apoyo en ellos.
Estoy segura de que su estancia en el Tec será una gran aventura.
¡Bienvenidos!
Lo mejor entre lo mejor.
Pertenecer a la tercera generación de Líderes del Mañana ha sido, sin duda alguna, la oportunidad más grande en mi vida. ¡Cielos!, ha pasado un año y aún no logro encontrar las palabras adecuadas para describir lo que sentí cuando recibí la noticia, y lo que sigo sintiendo hoy en día. Cuando llegan a preguntarme acerca de la institución en la que estudio, se desborda en mi la alegría, el orgullo y la satisfacción al responderles “en el Tec de Monterrey” y volver a responder la pregunta típica que sé que viene a continuación “No, yo no pago un solo peso. Líderes del Mañana me ha otorgado el apoyo 100% en gastos de la universidad”. Luego vienen las felicitaciones y la reafirmación de mi compromiso con la sociedad, ayudar de la manera que sea a los demás y regresar un poco de lo mucho que yo tengo.
A veces creo que no merezco tanto, y luego pienso en todas las veces que revisé las solicitudes de empleo para trabajar al terminar la preparatoria y las repetidas ocasiones en las que pensé en préstamos y becas para ayudar a mis padres a pagar la universidad, que siento que el mundo supo cuánto anhelaba ayuda para continuar sin trabas y conspiró a mi favor, así de asombroso considero esto.
Cada día en el campus me lleno de entusiasmo, me contagio de la pasión que los profesores ponen en cada clase y disfruto de la vida escolar dando lo mejor de mí. Esta etapa de universitaria me ha forjado como una persona independiente, entusiasta, comprometida y muy sensible hacia los demás. Soy más abierta que antes, porque me han ensañado a identificar mis cualidades y emplearlas para dar respuesta a los desafíos que se presentan. Puedo decir que el Tec me ha enseñado a arriesgarme, a probar, a aceptar la caída para luego a volver a arriesgarme y a demostrar que los sueños no son imposibles mientras se tenga la certeza de que pueden cumplirse.
Por algunas circunstancias la universidad no ha sido tan fácil para mí, pero soy más persistente que nunca porque recuerdo que la mejor universidad de México ha confiado y apostado en mí. ¡Estoy inmensamente feliz y agradecida conmigo misma, por levantarme una y otra vez!
Ser parte del Tec. Más que un sueño, una inspiración.
Mi sueño más grande es hacer la diferencia simplemente por el hecho de crear un mundo mejor para aquellas generaciones que vendrán después de todos nosotros. Ser parte de la comunidad Tec y de Líderes del Mañana ha representado estar un paso más cerca de cumplir mi sueño, he pertenecido a esta comunidad estudiantil por sólo un año y es increíble la manera en que te puede cambiar la vida.
Estar en el Tec me ha enseñado a esforzarme por conseguir lo que me proponga y dar aún más de lo que creía que daría, ha sido poner mi corazón en cada proyecto, en cada trabajo, ha sido encontrar mi segundo hogar aun estando lejos de casa, me ha permitido vivir nuevas experiencias como conocer personas de otros estados de la República, ha ampliado la visión que tengo no sólo para mí comunidad sino para un México mejor, me ha hecho enfrentarme a situaciones en donde aprendí que podemos hacer mucho con muy poco y que todo está en el empeño que pongas en ello.
El Tec me ha mostrado una nueva forma de verme a mí misma, de superar mis miedos de estar lejos de casa, de alcanzar e ir más allá de los que yo pensaba eran mis límites, aprendí que nunca es tarde para probar algo nuevo, que es mejor intentar y fallar una vez, levantarte y seguir intentando, que nunca hacerlo. He tenido la oportunidad de aprender a nadar, a tocar un instrumento, a bailar ballet, a debatir, actividades en las que he aprendido que la disciplina y la constancia son la base de todo lo que queramos alcanzar.
Ser Borrego Tec también me ha enseñado que el éxito no se trata de ser aquella persona que es admirada por muchos, sino de ser aquella persona que sea capaz de actuar para cumplir sus sueños y para ayudar a otros a cumplir los suyos, dar esperanza y ayudar al desarrollo social, económico y tecnológico de la sociedad, ser un ciudadano que actúe y no se quede solamente observando.
Sl participar en el desarrollo de proyectos sociales como Hult Prize, que ayuda a un millón de refugiados en el mundo, mismo proyecto descubrí la capacidad que tenemos en nuestras manos para generar el cambio, sin importar nuestra edad o recursos.
He aprendido a nunca bajar la cabeza y a dar lo mejor de mí olvidándome de las barreras que la sociedad y en ocasiones nosotros mismos nos imponemos. Ser parte del Tec me ha dado un segundo hogar y una segunda familia, me ha regalado sonrisas y bellos momentos, me ha inspirado a ser cada día una mejor versión de mí misma, a dar más de lo que yo he recibido sin esperar una recompensa.
He pertenecido al Tec Campus Morelia por un año que apenas representa el comienzo de mi vida universitaria, pero me ha dejado más aprendizajes de los que podría haber tenido en toda una vida estudiantil fuera de esta institución.
Atte. Eliza Thaiz Bolanos Barragán.
Mi historia en el tec.
Muchos podrían pensar que lo que mide a un líder del mañana es la cantidad de proyectos en ejecución y todas las actividades extracurriculares que esté realizando, y la verdad tienen algo de razón; sin embargo, yo creo que la mejor forma de conocerlo es ver su trato con las personas, la calidez de sus palabras y la humildad en sus acciones.
Para mí, lo más valioso que me ha dejado el Tec a lo largo de este año no han sido las conferencias, las calificaciones, los maestros o las materias; sino la oportunidad de interactuar con personas de diferentes orígenes, costumbres, ideas, carreras, estratos sociales, etc. He nutrido mi persona con las lecciones de humildad que he aprendido tanto de mis compañeros líderes del mañana como mis amigos de carrera y de clase, juntos hemos forjado proyectos como ANDAR Sección Puebla, clubes de robótica o bien, hemos pasado momentos divertidos de simple, pero valiosa compañía.
Si a mí me hubieran preguntado el primer día que llegué al Tec que es lo que esperaba, hubiera contestado: diversión, buenos amigos y la valiosa oportunidad de aprender a generar impacto; pero hoy puedo afirmar con completa certeza que, a pesar de que mi tiempo aquí ha sido corto. He vivido experiencias que sobrepasan mi imaginación, no sólo por todo lo que académicamente he aprendido, sino por todas las personas que se han detenido a ofrecerme un poco de la luz que los caracteriza, los ideales institucionales que hoy son mi guía: “liderazgo, espíritu emprendedor y sentido humano” han culminado en mi un proceso de transformación que describiría en una sola palabra: humildad. Hoy en día soy una persona más cálida al hablar y sobre todo más sensible a mi medio y los problemas que en él se presentan.
Así que sólo me queda afirmar con un efusivo ánimo: “No importa todo lo que tengas preparado para mí universidad, estoy listo para dar lo mejor y así poder afrontarlo”.
Mi nombre es Emilio López Hernández, soy miembro de Líderes del Mañana en Campus Ciudad de México.
Desde el momento en que decidí fijarme la meta de entrar al Tecnológico de Monterrey para cursar mi carrera profesional mi vida ha tomado un rumbo distinto, que definitivamente ha sido para bien. Fijarme esa meta comenzó a motivarme para realizar mi mayor esfuerzo en todo el proceso que implicaba el camino para alcanzarla.
Después de arduo pero valioso trabajo logré entrar al Tec como parte del programa Líderes del Mañana, y eso le dio un cambio todavía más drástico a mi vida, cada bienvenida y cada palabra que me brindaron las personas que me recibieron en este programa, me dieron la vitalidad necesaria para enfrentar con toda confianza y autoestima lo que es una vida universitaria en el Tec.
Ser alumno del Tec es increíble, pero ser Líder del Mañana en el Tec es algo excepcional. A lo largo de los dos años que llevo en esta maravillosa institución he crecido tanto mental como profesionalmente, más que sólo conocimientos he adquirido habilidades y aptitudes que me han permitido desarrollarme de una manera más amplia, sin barreras ni limitaciones. El Tec me ha preparado para enfrentar la vida desde todas sus perspectivas, los negocios, la tecnología, la sociedad, el medio ambiente, la ética, entre otras más. Pero sobre todo me ha ayudado a crear mi propia visión y criterio, para ser capaz de generar cambios que impacten positivamente la vida de las personas que nos rodean y, ¿por qué no?, de todo el mundo.
Me gustaría mucho compartir un mensaje con los nuevos líderes pertenecientes a la cuarta generación, y es el de crear oportunidades. El Tec ofrece muchas posibilidades, pero no todas van a llegar a ti por sí solas, no basta con sentarte a esperar que aparezcan. En mis dos años de carrera he participado en Buschallenge edición 2015 y 2016, en el festival de emprendimiento INC MTY edición 2015 y 2016, y en el Hack Puebla 2.0 (2017). Obteniendo reconocimientos de participaciones destacadas y en la edición 2015 del Buschallenge obtuve el 3er lugar de las mejores ideas para planes de negocio, representando a la zona metropolitana de la Ciudad de México. De igual forma estuve representando junto con otros compañeros al Campus Ciudad de México en el Hackathon de Puebla.
Cada uno de estos eventos tiene un costo significativo; sin embargo, yo encontré la forma de acudir a ellos, no porque me lo ofrecieran, sino porque mostré interés en ellos y creé la oportunidad de que fuera posible participar, por supuesto ofreciendo algo de mí que les hiciera saber que daría mi mayor esfuerzo en cada uno de ellos. Creo que no hay mejor prueba de mi compromiso que el hecho de que personas importantes del Tec hayan decidido apoyarme en varias ocasiones.
Poder formar parte de la tercera generación de esta sociedad de jóvenes llenos de esperanza y con la intención de realizar un cambio en nuestro país, es el logro más importante que he cumplido hasta el día de hoy.
La formación que he tenido en mi vida ha sido muy sencilla, pues pertenezco a una pequeña comunidad de Tierra Caliente, en Michoacán, llamada San Lucas. Un pueblo donde me formé y crecí humildemente, mis padres con trabajos muy sencillos y con el objetivo de que a su hijo y posteriormente a su hija tengan todo lo necesario para crecer y no sufrir las carencias que ellos pasaron.
Cursé preescolar en el único centro educativo ubicado en mi región, siempre destaqué y con un grupo de compañeros muy pequeño concluí este nivel. Dentro de mi pueblo tenía dos opciones para continuar con mi educación, y mi familia optó por la más cercana a nuestro hogar. Al ser un pueblo pequeño continúe con el mismo grupo de compañeros que tuve en preescolar, esta etapa fue muy importante para mi pues descubrí algunas de mis habilidades y tuve importantes participaciones dentro de la región e incluso del estado. Continúe con la secundaria, incorporándome a la única que está dentro de la región; además, comencé a ayudar a mi padre con su trabajo y a tomar cursos de computación, que me fueron de gran ayuda en mi formación, en ese tiempo el internet comenzó a instalarse en mi pueblo con un escaso impacto. Continúe mi educación con la única escuela de nivel medio superior dentro de mi región, un Cecytem. En esta etapa comencé a tener un panorama más amplio sobre la problemática de mi pueblo y reflexioné como crecí dentro de todos estos problemas y a pesar de todos estos problemas destaqué.
Recuerdo el día que recibí la noticia de mi vida, obtener una beca con el cien por ciento de apoyo en una de las mejores universidades del país representaba mi oportunidad para ayudar a mi pueblo, lograr abrir las puertas para que mi pueblo destaque y crezca.
La gente dentro de mi pueblo me ha visto con mucha admiración y respeto, sé que ellos confían en mí y se alegran de que tenga esta oportunidad, y me esfuerzo y lo seguiré haciendo hasta cumplir mis objetivos. Poco a poco me he incorporado en la comunidad Tec, se me han presentado retos y los he cumplido satisfactoriamente. Uno de los más grandes, el cambio de un pueblo a una ciudad, cambiar mi estilo de vida y cumplir con los retos de una vida universitaria en una de las mejores instituciones del país. Estoy tan agradecido con las personas que trabajan en el programa de Líderes del Mañana, por su labor con este país y la búsqueda de talento en todo México, admiro su labor y dedicación, es una de las cosas que me motivan a buscar siempre lo mejor para nuestro país.
Construyendo el sueño
Algunas personas piensan que los sueños representan la añoranza del hombre en su búsqueda por la felicidad y que estos solo se materializan en la mente al dormir, otros más creen que todo en la vida es obra del destino y que de ello depende toda su existencia. El pertenecer al Tecnológico de Monterrey y ser parte del programa Líderes del Mañana me hizo entender que los sueños son ideas que aún no llevamos a cabo y que el destino lo construimos día a día con nuestras acciones.
Soy orgulloso descendiente de campesinos, de ellos aprendí que el esfuerzo y la constancia son el medio para alcanzar tus objetivos y de este modo obtuve la beca que ha sido el impulso para lograr cada uno mis sueños. Soy originario del estado de Veracruz, actualmente estudio Relaciones Internacionales en el Campus Ciudad de México. El llegar a la ciudad representó asaltos, no comer, no tener un lugar al que llames hogar del todo y los primeros días fueron la experiencia más dura que he enfrentado en mi vida; sin embargo, jamás perdí la ilusión.
En un principio me sentí como un niño en juguetería, todo me parecía fabuloso y estaba con la emoción al límite, hacer amigos fue lo menos difícil y una de las herramientas que me permitió acoplarme por completo a esta nueva vida. Luego llegaron los profesores, grandes mentes y excelentes personas, que en todo momento me apoyaron y puedo decir que incluso algunos de ellos ya son mis amigos, con ellos aprendes a reír, a llorar, a reflexionar y sin duda a ser el mejor.
Rápidamente entendí el sistema y empecé a disfrutar mi vida estudiantil, a trabajar, a desvelarme, a caer y levantarme, entendí que la vida no se resume a tener las mejores calificaciones y en los valores del Tecnológico comprendes que no basta el numero al final del semestre, ser el mejor conlleva integridad, solidaridad, trabajo en equipo y dar siempre lo mejor de ti.
Toda mi vida estudiantil hasta antes de ingresar a la universidad se resumió en trabajo y estudio; mi familia es pequeña, mis padres son mayores, mi hermano es un soñador igual a mí, salimos adelante a diario con muy poco dinero y con todo ello me siento la persona más afortunada del mundo porque gracias a ellos llegue al punto en que me encuentro.
El Tec transformó mi vida, me enseñó a buscar un objetivo de vida y no solo vivir por vivir estancándonos en un punto intermedio llamado mediocridad. En el Tec encontré más que una universidad, encontré un hogar donde ríes, disfrutas, aprendes y en conjunto construyes el sueño de tu vida.
Hoy por hoy, me siento honrado cuando se me invita a dar alguna plática de lo que ha sido mi experiencia y buscó inspirar a más personas para que logren todas sus metas, en eso se basa el Tec de Monterrey en la generosidad, la disciplina, la entrega y el compromiso.
Yo te invito a soñar, sueña todo lo que puedas, diviértete, disfruta tu vida al máximo, piensa siempre en cambiar el mundo, crea tu propio destino y trabaja al máximo para conseguir aquello que tanto añoras. Sueña, sueña en grande, porque si se cumple.
Erick Jair Mendoza Rueda.