Mi historia de transformación gracias al Tec de Monterrey
Cuántas veces hemos tenido un sueño que realmente queremos cumplir, por el cual estamos dispuestos a luchar, enfrentar todas las barreras, y levantarnos las veces que sean.
Uno de mis sueños era estudiar en la mejor universidad de México, pero mi situación económica no me favorecía; sin embargo, Líderes del Mañana hizo mi sueño realidad.
Ahora que ya soy parte del Tec de Monterrey, me siento comprometida con la institución, con mis padres, con la sociedad y por supuesto conmigo misma a ser un agente de cambio.
Gracias al apoyo del Tec he comenzado junto con otros compañeros Líderes del Mañana un proyecto llamado EcoStreet, que tiene como fin realizar una masa asfáltica a base de residuos y chapopote, pero estamos trabajando para realizar un pegamento y que todo sea con materiales reciclados, como el plástico, que servirá para tapar baches, que son un problema común en las calles de nuestro país, así resolvemos dos problemáticas: el gran desperdicio de plásticos y la mala infraestructura en las calles.
He crecido de forma intelectual y emocional, he aprendido muchas cosas nuevas y a desempeñarme de la forma correcta dependiendo la situación, las clases que se imparten son de la mejor calidad.
Este semestre logré ser parte del equipo representativo de futbol rápido, y fue una experiencia muy padre porque podemos demostrar que no existe desigualdad y que se apoya a todo tipo de talento.
La transformación que he tenido es extraordinaria, me siento muy capaz de cambiar el rumbo de mi país aprovechando los recursos que el Tec de Monterrey y la beca Líderes del Mañana me ofrecen.
La cima es para todos
Llegué al Tec de Monterrey siendo lo que soy, un becado. No llegué con la idea de encontrarme con personas que llegarían a ser mis grandes amigos; llegué apuntando hacia lo más alto. Qué sorpresa me llevé cuando descubrí que había gente a la que realmente le importaba.
Mis primeros pensamientos me dijeron que vendría a sufrir y pelear por alcanzar mis metas, ahora sé que, en compañía de mis nuevas amistades, el sufrimiento será menos. La programación es algo que me apasiona y estar en el Tec significaba acercarme a los monstruos de esta industria. Sabía que, para captar la atención de las grandes empresas, tendría que saber competir y desde mi primer semestre dejé en claro que voy por todo.
En mi primer semestre entré en el concurso local de programación, frente a frente con gente con más experiencia en estos escenarios. A penas comenzaba a profundizar en la programación, pero ya dejaba en claro que era alguien con quien tener cuidado.
Para el segundo semestre, habiendo conocido ya más personas, armé un equipo nuevo. Lidero mi equipo en el que se encuentran otros dos Líderes del Mañana. Participamos juntos en el concurso local y en la eliminatoria hacia el Concurso Regional de México y Centroamérica.
En cada concurso hay una serie de problemas; cada vez que resuelves uno obtienes un globo como premio. Puedo decir que en el tiempo que llevamos concursando, no nos cansamos de obtener globos. Mi equipo salió primero en el concurso local y estando a la espera del tercer concurso que definirá el pase al regional tenemos prácticamente pie y medio en Guadalajara, donde será la sede.
Hemos vencido a alumnos de semestres mayores y que ya han participado con anterioridad. Además, en septiembre llegará Microsoft a nuestro campus a buscar prospectos y sabremos estar preparados. Lo emocionante es que esto es sólo el comienzo; mientras podamos luchar, la cima siempre estará a la vista.
En 2013, después de la ola de violencia que azotó a mi ciudad natal, logré generar en conjunto con un grupo de jóvenes, espacios que fomentan el emprendimiento social y la regeneración de espacios públicos desde la sociedad civil. Desde ese momento me di cuenta de que en mi vida debía trabajar por tres cosas fundamentales: la innovación, la disruptividad y la sociedad. En 2014, al ser reconocido por el programa Líderes del Mañana, comencé mis estudios en Relaciones Internacionales; así podría tener un rol profesional en la escena pública y, sobre todo, enfocado en lo organizado desde la sociedad civil a nivel internacional.
Desde que ingresé a la carrera mis profesores y en general la comunidad del Tecnológico de Monterrey me han enseñado a cuestionar lo preestablecido. Si algo debo exaltar son los detalles que hacen la diferencia; desde la disciplina con la que se exige que nuestra preparación como científicos del área social sea estricta y ética, hasta la humanidad con la que nuestro panorama filosófico puede cambiar para seguirnos cuestionando el statu quo. En general el ambiente Tec me ha dado las herramientas necesarias para exigir al gobierno lo que debería hacer, para luchar por los derechos de todos, para intervenir en los asuntos de tensión política en los que pueda tener cabida y sobre todo, para jamás conformarme con “lo que es” si no con lo que justamente debería de ser.
Rumbo al futuro debo decir que estoy preparado para un escenario académico, ya que la investigación es algo que me apasiona, pero al tener diferentes oportunidades de colaborar en proyectos profesionales me he encaminado mucho hacia el trabajo con organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales. A tres semestres de graduarme, he colaborado en proyectos que hace tres años veía inimaginables y he conocido a personas y culturas de todas partes del mundo. En definitiva, esta oportunidad catapultó mis ganas de cambiar mi localidad y las convirtió en ganas de impulsar un cambio en mí y por consiguiente en el mundo.
Mi nombre es Gerardo Palacios Espinoza y formo parte de la segunda generación de Líderes del Mañana y estudio Licenciatura en Dirección e Innovación de Negocios en Campus Ciudad Juárez.
Desde que tengo memoria me encanta aprender de todas las situaciones que pueda vivir, el crecimiento que me ha dado el Tecnológico de Monterrey me ha permitido visitar otras ciudades como lo son Monterrey y Chihuahua, además de permitirme vivir la experiencia de la Semana i al tener que realizar un cine al aire libre con más de 300 espectadores, para recabar fondos para una asociación civil. Otra de las actividades que recuerdo muy clara fue una conferencia que se organizó con diferentes alumnos del Tec que tuvo una audiencia de más de 1,200 personas.
Independientemente de la educación de alta calidad y las distintas actividades que he realizado a lo largo ya de 2 años en la universidad, la transformación en mi vida cotidiana fue algo que nos ha llevado a un buen camino.
Desde hace poco más de 7 meses la situación económica de mi familia se tornó muy complicada ya que el único ingreso que llegaba fue cortado cuando la empresa donde trabajaba mi papá quebró. Debido a esto perdí la oportunidad de adelantar mis prácticas profesionales para encontrar un trabajo y poder aportar al ingreso familiar, por cosas del destino se me dio la oportunidad de trabajar en una incubadora de empresas y las cosas fueron cambiando en mi familia.
La realidad de las cosas es que la transformación de mi persona a través de mi vida estudiantil ha sido muy favorable, por permitirme conocer personas excelentes como profesores y directivos de la institución, pero además de vivir nuevos procesos de alumnos aspirantes a entrar a Líderes del Mañana y poder ayudarlos a tener más oportunidad de recibir esta distinción.
Hay que ser uno por ciento mejor que ayer, para transformar no solo nuestra persona sino a nuestro entorno y acercarnos más a un futuro en donde todos tengan mejores oportunidades para llegar a cumplir sus metas y sueños.
Mi historia en el Tec
Antes de comenzar a narrar lo que he pasado a lo largo de los dos años que llevo en el Tec, quisiera abrir un espacio para agradecer una vez más la gran oportunidad que sin duda estoy aprovechando aquí dentro del Tecnológico. Esta maravillosa beca abre las puertas a muchos estudiantes como yo que no tenemos la capacidad económica para estudiar en una universidad tan prestigiosa como el Tec pero que tenemos la visión y el potencial académico.
Mi vida dio un giro de 180° a partir de que obtuve esta beca, esto lo comento porque yo soy originario de Veracruz, pero actualmente estoy viviendo y estudiando en el Estado de México. Al principio fue un cambio duro ya que creo nadie está preparado para vivir solo; sin embargo, esto me ha dado madurez para ver la vida de otra forma, ver que ahora te tienes que ocupar de ti y a la vez debes mantener un buen promedio en la universidad.
Sin duda agradezco a la vida y a los dirigentes de Líderes de Mañana esta oportunidad porque me han hecho crecer, desde el primer semestre los retos no se han hecho esperar y es que el Tec te reta a superarte, te reta a innovar y no espera a que te asientes en la universidad, sino que desde el primer momento te invita a que vayas mejorando tus habilidades y capacidades.
Mi primer semestre fue muy bonito debido a que en la materia de Introducción a la Carrera nos dejaron un desafío; en mi caso, por ser IME, nos retaron a construir un carro de transmisión de cadena desde cero, es decir, nosotros debíamos construir desde el chasis, de esta forma, me di cuenta de que había escogido muy bien mi carrera y me hizo enamorarme de ella.
Después de ello, los retos más bonitos que recuerdo fueron por la Semana i, en mi segundo año tuve el desafío de modificar un carro a control remoto para adecuarle un brazo robótico y una canasta para que con ello pudiera recoger muestras de objetos, muy parecido a las funciones de un carro lunar.
Además de desafíos y retos, el Tec apoya a que tu educación sea complementada por otras actividades y vaya que oferta muchas actividades cocurriculares, esto me ha permitido a tener un balance en mis estudios y en general en mi día a día, ya que he podido aprender nuevos deportes e incluso he podido aprender a bailar, algo que no tenía pensado al entrar al Tec.
En fin, he tenido muy bonitas experiencias dentro de esta gran institución, sobre todo he podido hacer muchos amigos, poder hacer relaciones de amistad fuertes es algo que he aprendido a valorar y que afortunadamente he encontrado en mi campus. Sin ellos, tal vez estás experiencias no hubieran sido tan buenas.
A los chicos nuevos que entran en esta generación les digo que aprovechen mucho su campus, de verdad traten de meterse en muchas actividades porque conforme transcurre el tiempo luego te arrepientes, no tengan miedo y sean muy entusiastas, por algo nos dieron esta beca, ¿no? ¡Disfrútenla mucho!
Mi nombre es Irving Camacho Oviedo, tengo 20 años, estudio Ingeniería Industrial y de Sistemas en el Campus Central de Veracruz y pertenezco a la segunda generación de Líderes del Mañana.
Cuando inicié mi carrera estaba muy emocionado por haber sido aceptado, pero al mismo tiempo nervioso por el hecho de ingresar a un sistema diferente al que había estado acostumbrado toda mi vida y por convivir con personas acostumbradas a otro estilo de vida diferente al mío. Realmente mi verdadero reto no era el intelectual, era el emocional, ya que debía adaptarme a mi nueva escuela y a mis nuevos compañeros.
Mi primer mes en la escuela fue realmente un reto, no sólo tenía que adaptarme a un sistema totalmente tecnológico en donde las tareas tenían que ser subidas a una plataforma, también tenía que cumplir con el horario de mis nuevas clases formativas, culturales y deportivas. Por mi primera vez en mi vida estaba cuestionando una decisión tan importante, no sabía si realmente pertenecía a este sistema, porque, aunque tuviera el nivel necesario para cubrir el reto intelectual, quizás no era lo suficientemente fuerte mentalmente para vivir en el ambiente del Tecnológico de Monterrey.
Sin embargo, algo en mí no me permitía darme por vencido, por más difícil que fuera estar en este nuevo instituto mi familia me necesitaba y depositaron toda mi confianza en mí, así que tenía que sacar fuerzas para salir adelante y superar cualquier reto que tuviera que afrontar. Después de esa promesa las cosas cambiaron notablemente, comencé a sobresalir en mis clases, a hacer nuevos amigos, pero sobre todo me empecé a dar cuenta lo afortunado que era de recibir la beca. Se había convertido en una nueva oportunidad para lograr grandes cosas, cosas que quizás en otras circunstancias hubiera considerado imposibles.
Al terminar mi primer semestre todo era magnifico para mí, sentía como si toda mi vida hubiera pertenecido al sistema del Tecnológico de Monterrey, me agradaban mis nuevos amigos, mis profesores, mis materias, las personas con las que convivo a diario, las actividades que hacíamos y toda la infraestructura que estaba aprovechando. Mis calificaciones eran grandiosas y a pesar del poco tiempo que había estado en el Tec sabía que me había adaptado más rápido que muchos de los habían estado toda la preparatoria ahí.
Para mi segundo semestre ya me involucraba más en los eventos del campus, formaba parte de varias mesas estudiantiles como colaborador y formé grupos de estudio para ayudar a mis compañeros de clase. Fue así como finalmente en tercer semestre, SAINE, una mesa estudiantil enfocada a los negocios y emprendimiento, me invitó a participar como Coordinador de la Mesa en el Departamento de Finanzas y como Coordinador del mismo departamento para el Foro “Hacia dónde va México” en su segunda edición. Realmente fue un gran reto, ya que tenías que tener un completo control de mis tiempos para poder tener un desempeño satisfactorio en la parte académica y en la extracurricular, aquí fue donde entendí el concepto de networking, las responsabilidades que conlleva hacer un evento de esa magnitud y el gran trabajo que puedes lograr con un gran equipo, un grupo de personas multidisciplinario y al mismo tiempo afines a tus objetivos.
Mi desarrollo en el campus se había vuelto más interesante que nunca, mis materias me encantaban, el trabajo que hacía con mi mesa era trascendente, no sólo para la comunidad estudiantil sino también para nuestra comunidad dentro de mi localidad, incluso mi servicio becario era fenomenal ya que el Dr. Miguel Ángel López Mariño me dejaba aprender de su trabajo de investigación científica y me enseñaba cosas nuevas que aunque no eran 100% afines a mi carrera, enriquecían mi intelecto y mi pasión por la investigación.
Fue así como a mediados de cuarto semestre, mi director de carrera y varios profesores que habían observado mi desempeño y mi pasión por compartir el conocimiento, me ofrecieron ser parte de un nuevo programa en mi campus que consiste en brindar asesorías a estudiantes que necesitaran ayuda con las materias del área de físico-matemáticas. Dicho programa estaba coordinado como parte del modelo sincrónico que existe entre campus Central de Veracruz y Campus Puebla. De esta manera fue como el Tec me contrató por ver en mi las aptitudes necesarias y la mejor disposición para hacerlo, es un trabajo que hasta ahora ha dejado en mí grandes satisfacciones, ya que no estoy cumpliendo con una responsabilidad más, estoy depositando algo positivo en mis compañeros.
Finalmente, sólo me resta decir que no ha sido fácil mi estancia en el Tec, pero definitivamente ha sido reconfortante, pienso seguir hasta ahora con el mismo desempeño y seguir impactando con nuevos proyectos a mi comunidad.
Mi nombre es Itzel Gaona Bedolla estudio Derecho y soy parte de la tercera generación de Líderes del Mañana. Cierta vez me preguntaron qué significaba para mí el programa y la oportunidad de estar en el Tecnológico de Monterrey y la primera palabra que se me vino a la mente fue: parteaguas.
El diccionario nos dice que la palabra parteaguas significa la división de dos ríos o cuencas contiguos, y hasta aquí la palabra no tiene mucho sentido sin embargo a esta palabra es popularmente usada en nuestro país para separar el antes y el después de algo y eso es lo que ha sido el programa LDM en mi vida. No puedo imaginar a dos Itzel Gaona Bedolla más diferentes que aquella que aún esperaba los resultados de la beca y que no tenía idea de lo que haría con su vida y aquella que la ganó, que encontró nueva inspiración, nuevas pasiones y nuevos amigos.
La inspiración fue lo primero que adquirí durante la cúspide del parteaguas es decir en el viaje a Monterrey. Para la bienvenida recuerdo haberme sentido un poco escéptica preguntándome la razón de todo lo que estaban haciendo por mi pero luego pasó algo que me impactó demasiado, y fue darme cuenta de todas las personas que estaban detrás del programa, vendedores de boletos del Sorteo Tec, directivos, asociaciones, todos ellos que de alguna manera confiaron en nosotros y nos apoyan de la mejor manera posible.
En cuanto a mis nuevas pasiones debo confesar que aunque no se me hacía difícil expresar mis ideas tenia dificultad al hacerlo en público, por lo que ingresé al equipo de Debate Parlamentario de mi campus, y al momento he concursado en el Torneo Universitario de Debate realizado en el ITAM, el Torneo de Invierno Interuniversitario de Debate realizado en ITESM Morelia, el Torneo Amistoso de Debate realizado en la UMNSH en Morelia y, además, el concurso de Debate ITESM LED realizado en Morelia donde gané el primer lugar.
Otra pasión que he desarrollado al estar en el Tec son los idiomas, en este momento estoy estudiando alemán y francés los cuales pienso continuar el siguiente año.
En cuanto a los nuevos amigos son una de las cosas que más agradezco. Nunca imaginé encontrar personas que compartieran mis preocupaciones, gustos, sueños o que no lo hicieran y al mismo tiempo poder contrarrestar ideas de una manera tan complementaria. Al principio pensé que nunca iba a encajar, ahora no me imagino en ningún otro lugar y cada vez que estoy en el salón de clase o en cualquier parte del campus siento y sé que es aquí a donde pertenezco.
Gracias por darme una nueva familia.
Experiencia en ITESM
Mi nombre es Ivón Sandoval, hace exactamente un año que fui acreedora de la distinción Líderes del Mañana. Debo señalar que antes nunca imaginé estar aquí, nunca lo miré como una opción; sin embargo, se prestaron las oportunidades y después de un arduo proceso lo logré.
El ingresar al ITESM cambió mi vida desde que me encontraba en el proceso de admisión me retó a salir de mi zona de confort, cambió mi manera de desarrollarme en mi entorno, y me obligó a actuar con mayor confianza en mí misma.
Al estar ya dentro me dio la bienvenida con una gran familia, dónde juntos enfrentamos los retos que vienen por delante. También me ha brindado muchas oportunidades de crecimiento personal.
Uno de mis mayores retos y logros, fue Semana i, pero todo trabajo tiene sus frutos, el proyecto que realizamos como equipo me dejó muy satisfecha, pues además de que fuimos a representar a Juárez en el INC Mty, hoy en día estamos trabajando para desarrollarlo en nuestra comunidad.
También, el pertenecer a Líderes del Mañana muestra que somos ejemplo para nuestra gente de que podemos salir adelante. En una ocasión, sucedió algo que me dejó muy marcada, y que me inspira a trabajar y esforzarme el doble o triple.
Un día yo regresaba a casa en camión como de costumbre, pero como había sido un día pesado el sueño me estaba ganando, entonces un hombre que era un guardia de seguridad me preguntó si venía del trabajo porque me veía cansada. Yo le respondí diciendo que venía de la escuela, y el hombre se extrañó pues no había escuelas cerca de donde me subí, estaba cerca el Tec, pero el hombre ni lo consideró. Yo le respondí con honestidad diciendo que estudio en ITESM, y el hombre se sorprendió, y al ver su expresión, le conté que estudio allí porque cuento con una beca del 100%, y el hombre, aún más sorprendido me preguntó que cómo hice para lograrlo, así que le conté todo el proceso y como es que llegué allí, el hombre muy asombrado me felicitó, y no solo eso, si no que se emocionó al saber que existen este tipo de oportunidades, pensó en su hija, diciendo como es que era una niña muy inteligente y al escucharme dijo que le dio esperanza para su crecimiento, y qué día a día la motivaría para que ella fuera una más como nosotras.
Al final me deseó lo mejor, y se retiró. Pero fue esto lo que me hizo ver el impacto que podemos ser en las personas, como con algo pequeño podemos hacer un cambio.
Es aquí donde pienso que no exijamos un cambio, seamos el cambio que queremos ver.