
México es un país de historias, realidades y contrastes, donde existe desigualdad, pero también esperanza, donde hay injusticia y también personas que quieren hacer bien las cosas. Sin duda, frente a este panorama, que parece ser desalentador, son necesarias acciones que mejoren la vida de todos.
Mis padres me han enseñado que es necesario trabajar y salir adelante para mejorar las condiciones de quienes me rodean. En 2012, cuando tenía 14 años, me integré a la organización SELIDER, en Mexicali, donde crecí. Este grupo tiene la misión de impulsar el liderazgo juvenil a través de acciones que beneficien a la comunidad; aquí he desarrollado diversos proyectos, desde seminarios de liderazgo para 300 jóvenes, hasta un programa de desarrollo comunitario, en conjunto con gobierno, para disminuir la violencia en una de las colonias de la ciudad.
En 2015, al finalizar la preparatoria en el CONALEP, viví dos de los más grandes logros que he tenido en mi vida: obtener la distinción Líderes del Mañana para estudiar mi carrera en Innovación y Desarrollo; y ser reconocido por el Gobierno Federal con el Premio Nacional de la Juventud 2015, en la categoría de Compromiso Social. Este suceso resultó muy importante, no solo para mí, sino para la juventud y todos con quienes colaboro, porque representa ese reconocimiento al esfuerzo que los jóvenes hacemos para mejorar nuestra sociedad.
Ese mismo año, me mudé a la ciudad de Monterrey para iniciar mi carrera profesional en el Tec de Monterrey, y desde entonces continúo colaborando con SELIDER en la sede local de la ciudad. En el Tec descubrí que no solo es necesario realizar proyectos, sino lograr que estos tengan impacto y que realmente contribuyan al desarrollo, por lo que cursé el Semestre i de Innovación Social en Chiapas.
Hasta ahora, lo más importante que he logrado en el Tec de Monterrey es ser parte de la startup Armonett, en donde desarrollamos una tecnología que sin utilizar electricidad permite iluminar las superficies a través de una pintura que utiliza compuestos orgánicos y nanotecnología para absorber la luz natural y artificial, y así poder emitirla en la oscuridad.
Nuestra visión es ser la empresa que llegue a iluminar hasta los rincones más oscuros de México. Desarrollamos tecnología disruptiva y la llevamos a quienes más la necesitan.
Esta visión nos ha permitido, además de desarrollar productos, destacar a pesar de nuestra corta trayectoria, ya que ganamos el segundo lugar en el Energy BM Challenge, lo que nos permitió ser parte de la Incubadora de Empresas del Tec de Monterrey; además obtuvimos el primer lugar en el Xignux Challenge y un capital semilla de un millón de pesos, esto representa un paso muy grande para alcanzar nuestra visión.
Mi pasión es trabajar para mejorar la vida de las personas. Todo lo anterior no representa un logro personal, sino el trabajo desarrollado por un gran equipo. Esto es un pequeño ejemplo del poder transformador de Líderes del Mañana.

A lo largo de este año he realizado diversas actividades que nunca pensé lograr. La primera fue estar en el evento INCmty, donde tuve la oportunidad de conocer a diversos emprendedores de alto impacto de diversos lugares y países. Uno que llamó mi atención fue un joven llamado Tanmay Bakshi, quien ha tenido grandes logros en el ámbito de desarrollo tecnológico y me inspiró para seguir adelante con mis sueños.
Gracias a él, decidí comenzar mi propio emprendimiento social para apoyar a personas que han sufrido la pérdida de algún miembro (brazo o pierna), pero debido a su nivel socioeconómico no han tenido la posibilidad de adquirir una prótesis.
Una de las preguntas más grandes que me hice fue ¿cómo inicio?, siendo sincero no tenía las herramientas para fijar mi punto de partida en el desarrollo de este proyecto. Pasó el tiempo, hasta que tuve la oportunidad de tomar un curso en el parque de emprendimiento de mi campus llamado YEI. El objetivo era ayudarnos a estructurar nuestro modelo de negocios y validarlo para inferir si esa idea era viable y factible.
Durante el curso estuve realizando un prototipo de mano protésica robótica y validé mi proyecto con expertos en esta área con el fin de llevarlo a personas de bajos recursos; también adquirí las herramientas que me permitieron definir la necesidad que realmente estaba resolviendo, de qué forma y cuáles serían los medios económicos para apoyar este proyecto; así como la forma para dar a conocer la idea al momento de solicitar un apoyo económico a empresas privadas para llevarla a cabo.
Actualmente estoy participando en la convocatoria POSIBLE donde hablaré de este proyecto y sobre cuál sería el impacto que daría a las personas en México.
Otra gran experiencia que he vivido es ser coach del equipo de robótica Lightning Gears en Sinaloa. En enero de 2018 tuvimos la oportunidad de viajar a San Diego y compartir conocimientos en los ámbitos de programación, electrónica y mecánica con el equipo Green Griffins, además de conocer más respecto a la competencia FTC FIRST y la promoción de la Ciencia y Tecnología. Actualmente estoy capacitando a los muchachos para participar el próximo diciembre en Estados Unidos.
En el Hackathon, evento que consiste en diversos retos para desarrollar tecnología en 54 horas que pueda satisfacer alguna necesidad, conocí a uno de los grandes en la industria informática: Steve Wozniak, quien nos inspiró al hablarnos de lo que significa formar un equipo y cuál es el aprendizaje que tenemos de cada uno de los miembros del equipo.
Durante este evento de desarrollo de tecnología, los miembros de mi equipo y yo creamos BRAT, un sistema enfocado al ámbito turístico sinaloense, con el que el visitante puede hacer check in –en un horario que él decida– a través de la reservación en línea, además, por medio de una aplicación, el usuario tendría acceso a su cuarto sin necesidad de llave, controlar todos los componentes electrónicos dentro del él y, por último, realizar una orden a la cafetería sin necesidad de llamar a servicio. Una forma de conectar la tecnología existente a una necesidad habitual.
Actualmente estoy creando una Red de Filantropía en Sinaloa con ayuda de la Red de Monterrey. El objetivo es apoyar a los estudiantes de mi campus que necesitan de un apoyo para la compra de libros.
Esto es un poco de lo que he vivido en el Tecnológico de Monterrey, sé que tendré mejores oportunidades y mucho más por hacer. Por último, quiero agradecer el gran apoyo que el programa Líderes del Mañana me ha dado para seguir desenvolviéndome en mi carrera profesional.

Desde muy joven he trabajado con los sectores más vulnerables de mi estado dirigiendo una organización juvenil en los municipios de Durango; organicé actividades de impacto en la vida de niños indígenas, niños con cáncer, adolescentes indígenas embarazadas a temprana edad, estudiantes universitarios indígenas, personas de la tercera edad; además promoví el deporte y una cultura lectora entre los jóvenes.
Al entrar al Tec de Monterrey fui descubriendo uno de mis propósitos de vida: la creación de empresas ecológicas con alto impacto social para proponer soluciones tangibles y sostenibles ante los retos y problemáticas que enfrenta nuestro país. Hoy estudio Economía y estoy explorando un nuevo campo: la economía ambiental, rama en la cual me gustaría especializarme al concluir mis estudios universitarios.
Desde el primer semestre, definí mi idea de emprendimiento: el desarrollo de un bioplástico 100 % biodegradable elaborado a partir de la cáscara de naranja, el cual sustituye a los contaminantes plásticos derivados del petróleo con aplicaciones potenciales en diversas industrias como envasado y embalaje, alimentos, agricultura y en el campo de la biomedicina.
GECO, mi proyecto de emprendimiento, ha sido reconocido por Clean Tech Challenge, el concurso de empresas verdes más importantes de México. Además, ha sido considerado por Socialab como una de las 25 ideas más innovadoras del país.
Este emprendimiento me ha dado la posibilidad de vivir experiencias extraordinarias, algunas de ellas han sido: realizar una estancia en el programa Cuarto Espacio, en el ecosistema de San Francisco y Silicon Valley, sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología; ganar el primer lugar nacional en GSEA Premio al Estudiante Emprendedor y Top 7 Internacional en la final mundial del Global Student Entrepreneur Awards, Toronto, Canadá, también GECO obtuvo el reconocimiento “Innovación” por la originalidad, y gané la mención honorífica “Make a Mark” por ser la emprendedora distinguida en dejar huella.
Fui nominada al MIT Technology Review's Innovators Under 35 Latam 2018 Awards; gané el primer lugar del Reto Emprendedor con Sentido Humano como Proyecto de Emprendimiento Social Innovador, en la categoría Crecer-Escalar dentro de INCmty 2017, y fui becada para participar en el Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto (FLII) por New Ventures en Mérida, Yucatán.
También fui seleccionada como Global Shaper Community Monterrey para ser delegada juvenil del World Economic Forum (WEF). Y recibí una beca por la Secretaría de Economía del estado de Durango para Venture Academy, la escuela de Venture Capital de Beamonte Investments, el fondo de inversión de Boston que invierte en empresas Latinoamericanas.
Me gradué del programa “Innovation for Equality” tras recibir una beca de University of California, Berkeley, y Prospera. Obtuve el segundo lugar
a nivel Iberoamérica en Spin Way 2017, Santiago de Compostela, España.
Gané el Premio Mujer Tec 2017 en la categoría de Emprendimiento; y fui integrante de la selección nacional representante de México en el Festival Internacional de Emprendimiento SXSW 2017, uno de los más importantes del mundo, celebrado en Austin, Texas, competencia realizada en CASA México para atraer inversión extranjera hacia México.
Fui seleccionada como miembro de la expedición “Ruta BBVA 2016”. Un programa multicultural declarado de interés universal por la UNESCO, con la participación de jóvenes de 17 nacionalidades. También participé en “Young Women’s Leadership Summit”, cumbre internacional celebrada en la Secretaría de Relaciones Exteriores y en la Universidad de las Américas Puebla; y en el World Women´s Forum y Foro Kiik, Women & Work.
Es un verdadero honor ser parte del programa Líderes del Mañana, agradezco la oportunidad de realizar una transformación personal y en mi entorno; gracias por creer en mi misión de vida como una líder de hoy y del mañana.

Hasta ahora, mi gran orgullo es formar parte de Ecojóvenes en Acción por Sonora, A. C., una asociación civil sin fines de lucro conformada por mas de 150 jóvenes de entre 15 y 24 años. El presidente de la asociación es el Ing. Erico Isaías López Herrera.
Ecojóvenes realiza actividades de reforestación, descacharre de materiales inservibles, limpieza de áreas contaminadas, implementación de ecotecnias, siembra y recolección de cultivos para donar a las comunidades indígenas, entre otros.
Nuestra asociación ha sido ganadora del Premio Nacional al Mérito Forestal 2016 y del Premio Estatal de la Juventud, en la categoría de Medio Ambiente; además, obtuvo un reconocimiento por obtener el 4.º lugar a nivel mundial en el concurso Land For Life Youth Media Activist Challenge, por la Organización de las Naciones Unidas.
Nuestro proyecto “La estufa ahorradora de leña” es una ecotecnia diseñada para combatir problemas en comunidades rurales, ya que evita la quema inmoderada de madera y problemas respiratorios por inhalación de CO2; además, permite modular la temperatura en el hogar y es una gran alternativa para cocinar, las familias pueden aprovecharla para iniciar un negocio.
Este proyecto forma parte de los 500 mejores proyectos a nivel Latinoamérica, ocupa el lugar número 395, por lo que la asociación Ecojóvenes en Acción por Sonora fue invitada a representar a México en los premios Latinoamérica Verde 2018 los días 14,15 y 16 de agosto en la ciudad de Guayaquil, Ecuador.
Como somos una asociación sin fines de lucro, estamos buscando el apoyo para realizar el viaje al evento y poder representar a Ciudad Obregón, Sonora, y a México.
Nuevamente le doy las gracias porque el Tecnológico de Monterrey me ha dado el apoyo para desarrollar más mi liderazgo y lograr tener éxito en mis proyectos.

Gracias al Tec de Monterrey, cada acción que realizó se transforma en una columna que el día de mañana servirá de soporte para los proyectos que desarrolle, teniendo siempre presente beneficiar a las comunidades de mi país.
Arribar al Tec de Monterrey era algo que deseaba años atrás, gracias a Líderes del Mañana ese deseo se hizo realidad. La bienvenida de mi generación al Programa, en Monterrey, marco un antes y un después en mi persona, conocí a jóvenes unidos y ansiosos por llevar a nuestro país a una nueva perspectiva de futuro.
En primer semestre, gracias a un proyecto en la Semana i, mi equipo asistió a INCmty en Monterrey para presentar un producto que desarrollamos para apoyar a personas con discapacidades motrices (sobre todo en las piernas), y que les da la oportunidad de volver a manejar un automóvil. Este proyecto se quedó en incubación y espero que en un futuro próximo se encuentre al alcance de más personas.
En el Tec he descubierto cómo potenciar mis talentos, he practicado soccer y natación, y he tomado clases de piano. Además obtuve la certificación de Microsoft Specialist. Logré ser parte del grupo de becarios de Fundación Telmex, y durante mi servicio becario apoyé a todos los coordinadores del área de servicio social, aquí pude colaborar en proyectos para la comunidad de Las Moras, en Villa del Carbón, Estado de México, una comunidad de ascendencia otomí.
Hasta ahora, mi mayor logro ha sido competir en la etapa final del Xignux Challenge 2018, donde presentamos un proyecto de losetas inteligentes que generan electricidad con el simple hecho de caminar sobre ellas.
Cuando lo presentamos ante el jurado, planteamos la posibilidad de llevar el proyecto a una escuela en remodelación de la comunidad de Las Moras, en Villa del Carbón, Estado de México, que yo ya conocía.
A pesar de no haber ganado primeros lugares, mi equipo y yo pudimos establecer un primer contacto con personal de las áreas de Innovación y Sentido Social de Xignux, quienes nos motivaron a continuar con el proyecto y acercarlo a las comunidades. Bajo esta premisa el proyecto se mantiene en desarrollo y se espera que en próximos semestres podamos desarrollarlo con la comunidad.
Gracias al impacto que tuvo el proyecto en este intercambio de ideas, se nos invitó a formar parte de otro encuentro de emprendimiento organizado por Hult Prize en el mes de mayo de 2018. Con el aprendizaje de la experiencia del Xignux Challenge, en esta nueva aventura sumamos más integrantes que comparten el deseo hacer realidad sus ideas. Este evento nos enseñó nuevas perspectivas en el área de emprendimiento.
Todas estas vivencias me han dado grandes enseñanzas: aprender de los tropiezos, corregir y mejorar. Las oportunidades que el Tec de Monterrey ofrece, sin lugar a dudas, me han ayudado en mi formación como estudiante, pero sobre todo como ser humano.
Cada acción se transforma en una columna que el día de mañana servirá de soporte en los proyectos que desarrolle, teniendo siempre presente el beneficiar a las comunidades, ya que es nuestro deber como Líderes del Mañana el definir el por y el para qué de nuestra vida, considerando nuestra hipoteca social en todo momento.
El Tec de Monterrey y Líderes del Mañana nos ayudan a mejorar el futuro de nuestro país y del mundo.

Soy originario del puerto de Mazatlán, Sinaloa, estudié en una preparatoria aledaña al sistema estuarino de Urías que, como casi todos los cuerpos de agua de nuestro país, presenta síntomas de contaminación por actividades antropogénicas.
El estero de Urías es el hogar de más de 40 mil personas mazatlecas que no tienen servicios básicos, como agua potable, electricidad y drenaje. Esta situación me hizo consciente de que necesitaban un cambio para salir adelante.
Así que, junto con mi asesor, el Dr. Jesús Antonio Ramírez, creamos el proyecto “Análisis socio-ambiental del sistema estuarino de Urías” con tres objetivos principales: identificar el nivel de percepción de los usuarios sobre la problemática ambiental existente; crear estrategias de educación para reducir la contaminación del humedal, y determinar el análisis de agua y sedimento.
Los resultados que obtuvimos fueron sorprendentes. ¡Más de 2,000 personas se sumaron a nuestro proyecto y comenzaron a cambiar hábitos con el propósito de crear una cultura ambiental en la ciudad de Mazatlán! Además, brindamos cursos de sustentabilidad a niños, jóvenes, adultos y ancianos.
Con este proyecto, ganamos el pase para representar a México en el International Environmental Scientific Project Olympiad, en Ámsterdam, Holanda, y obtuvimos medalla de plata para México; también participamos en el XXV Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores en Zaragoza, España, donde fui el único representante del continente americano.
Después de conseguir todo esto, sabía que podía realizar más acciones para brindar otras oportunidades a los usuarios del estero. Por ello, apliqué y obtuve la distinción Líderes del Mañana en 2016, hoy soy estudiante de cuarto semestre de Ingeniería en Desarrollo Sustentable.
El Tecnológico de Monterrey cambió mi vida. Aquí conocí a mis compañeros Marco Amoroso, Gabriel Evangelista y Édgar Ramírez, estudiantes de Ingeniería Física Industrial, juntos creamos el proyecto “El aire que respiramos”, una propuesta para mejorar la calidad del aire en la zona conurbada de Monterrey, y con el que ganamos el segundo lugar en el Xignux Challenge.
Xignux Challenge es una propuesta de Fundación Xignux, que consiste en un reto de 24 horas en el que equipos de hasta cuatro integrantes diseñan propuestas para mejorar la calidad del aire en la zona conurbada de Monterrey.
“El aire que respiramos” tiene como objetivo implementar estrategias de educación, capacitación y comunicación ambiental de prácticas responsables que empoderen a la sociedad a través del monitoreo de la calidad del aire. Propusimos traer a México la tecnología de Airbeam II, el cual es un aparato que monitorea la calidad del aire para partículas suspendidas 2.5 y 1.0 micrómetros, su costo es menor y su precisión es de hasta un 90 %. Lo increíble de esto es que nosotros no usaremos los aparatos, sino la población.
Presentamos esta propuesta ante el jurado de Xignux, y fuimos acreedores del segundo lugar del reto y ¡ganamos 400 mil pesos para implementar nuestra idea! Además, obtuvimos el pase directo para participar en la final de Hultz Prize México. No me queda más que decir que estoy muy orgulloso de este logro.
Muchas gracias a todos los que apoyan a Líderes del Mañana. Gracias a esta oportunidad, hoy estudio en la mejor institución de México.
En 2016, el Reto Emprendedor –actividad de la Semana i para los alumnos de nuevo ingreso– fue mi primer acercamiento al tema del emprendimiento; junto con cuatro compañeros logramos ganar la competencia, recaudamos 21,000 pesos que fueron donados a tres fundaciones en la ciudad de Culiacán; como ganadores tuvimos la oportunidad de viajar a la ciudad de Monterrey para asistir a la competencia final del reto; además, participé en actividades como BusChallenge.
En 2017, viajé a Querétaro para tomar protesta como Director de Emprendimiento y Comunicación del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas –Universitario Capítulo ITESM Sinaloa. Desde entonces me he encargado de promover el emprendimiento en el Campus y en la región sinaloense. Además, publiqué un artículo en el Boletín Nacional de IMEF en el mes de mayo.
Me uní a la Dirección de Emprendimiento e Innovación del PEIS Sinaloa como asistente en las actividades de promoción del entorno emprendedor en el campus, donde estuve coordinando actividades como el Reto Emprendedor y BusChallenge.
También me he vinculado en actividades estudiantiles para desarrollar el liderazgo, soy miembro activo de asociaciones estudiantiles como FEITESM Sinaloa, esLAET (Sociedad de Alumnos de LAEt). Las proyectos sociales también han sido importantes en mi desarrollo; preocupado por el bienestar de mi comunidad –Villa Juárez, en Navolato, Sinaloa– estoy poniendo en marcha, junto con más jóvenes entusiastas, el proyecto “Villa Juárez Emprende”, un movimiento ciudadano que brinda a la comunidad pláticas y campañas acerca de emprendimiento, participación ciudadana y democracia, con el propósito de disminuir los índices de violencia que han afectado a la comunidad en los últimos meses.
Mi mejor amigo y yo estamos desarrollamos OPHELIA, una marca de alimentos que rescata las tradiciones gastronómicas de México a través de la comercialización de productos artesanales y de alta calidad. La empresa empleará a migrantes o personas en riesgo de mi comunidad de origen, también queremos promover la cultura de nuestro país en el exterior; en un futuro cercano queremos integrar nuevos productos artesanales que promuevan el desarrollo de artesanos indígenas que actualmente malbaratan su trabajo en muchas zonas del país.
Durante el verano de intercambio que hice en el Campus Puebla en 2017, investigué las vulnerabilidades de las comunidades indígenas en el estado, con esta investigación pude finalizar mi diplomado en Bienestar y Liderazgo Positivo, el cual fue parte de un incentivo otorgado por programa de Líderes del Mañana.
Aunque estos casi dos años han sido los más felices en mi vida, también han sido los más retadores; he tenido que luchar, día a día, para cambiar y ser mejor; en ocasiones con recursos muy limitados, pero con sueños que no se detienen.
Me siento muy feliz porque en agosto de 2018, mi hermana menor ingresará al Tec de Monterrey como Líder del Mañana de la nueva 5.ª generación para convertirse en Ingeniera en Biotecnología.
¿Nuestra misión como hermanos? Fundar una empresa científica que proponga soluciones a problemas de salud como la diabetes, misma que padece mi hermano menor desde los seis años.
¡Gracias Tec de Monterrey y Líderes del Mañana!
Mi preparatoria la realicé en la Universidad Tecmilenio, Campus Las Torres, gracias a una beca del 90 por ciento que obtuve por mi desempeño académico. Me interesaron mucho los clubes de robótica, me uní a uno y me sorprendió FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology), porque además de construir un robot para una competencia, desarrollas acciones con impacto social positivo en tu comunidad, aprendes valores y ha cómo realizar un trabajo social a través de la ciencia y la tecnología.
Cuando obtuve la distinción Líderes del Mañana y entré al Tecnológico de Monterrey mi vida cambió. Comencé a colaborar en proyectos con impacto social. Inicié en la Asociación civil “Hagámoslo Bien”, aquí tomé cursos sobre la cultura de la legalidad y me uní a la Red Universitaria para fomentar un estado de derecho en Nuevo León. También participé con la “Fundación Talento”, ahí impartí talleres de idiomas, de emprendimiento y de habilidades socioemocionales a jóvenes de zonas vulnerables. Fue aquí donde descubrí que podía influir en los jóvenes y motivarlos a soñar y a tener metas.
Luego tuve la oportunidad de apoyar la creación y mentoreo de un equipo de robótica con alumnos de la Universidad Tecmilenio, Campus Guadalupe; el equipo logró participar en la competencia regional de FIRST y ganar el pase al mundial en Houston, compitiendo con más de cien equipos de todo el mundo.
Los resultados tan buenos que obtuvimos con los chavos, nos motivó a mi compañero Arturo Cazas –estudiante de LAE y Líder del Mañana de la 2.ª generación–, y al profesor Jacob Núñez de la Universidad Tecmilenio, a escalar este proyecto para llevarlo a más jóvenes, aprovechando la petición del Instituto de la Juventud de Guadalupe, en N. L., para replicar estos grupos de robótica con alumnos de diferentes escuelas de Guadalupe.
Hoy ya estamos trabajando con un grupo de jóvenes, de entre 14 a 18 años de diferentes escuelas. Pero queremos ir más lejos, por eso estamos creando la Asociación Civil “Jóvenes Unidos por la Tecnología”, el objetivo es impulsar a los estudiantes de zonas vulnerables a que se interesen por la ciencia y la tecnología para que desarrollen proyectos de impacto social relacionados con estas áreas, que contagien a más jóvenes a participar y que conozcan eventos como los torneos de FIRST.
Al día de hoy ya hemos capacitado a cientos de jóvenes que ahora ven su vida con una nueva perspectiva y oportunidades que, sin duda, los harán buscar nuevos caminos para su desarrollo.
Con todo lo que les estamos enseñando y las oportunidades que les damos buscamos que se propongan metas, que vean su capacidad para hacer cualquier cosa y que se animen a hacerlo.
Mi sueño es que esto se replique en todo el país para apoyar a más chavos con nuevas ideas y proyectos para impactar a otras personas.
Para mí, el valor del sentido humano es muy importante, por eso lo promuevo entre mis compañeros del Tec, los animo y apoyo para que hagan su servicio social en proyectos con impacto social.
Lo que más me gusta es trabajar con los jóvenes, me motiva muchísimo aportarles algo de lo que he vivido, ayudarlos a que se desenvuelvan, aprendan, y busquen oportunidades, porque eso es lo que te abre las puertas a nuevas cosas.
Hoy sé que no hubiera podido lograr nada de esto sin el apoyo de Líderes del Mañana y del Tec de Monterrey. Los jóvenes somos la fuerza transformadora de nuestro país.
Soy de Monterrey y desde niña supe que el Tec de Monterrey era la mejor universidad. Ese anhelo siguió creciendo con el paso de los años y al finalizar la secundaria me ofrecieron una beca para estudiar en PrepaTec. Pero aún así era algo que mi familia no pudo costear.
Cuando escuché sobre Líderes del Mañana comencé la aventura más grande de mi vida al ser aceptada como parte de su 2.ª generación. Ser parte de la familia Tec definitivamente ha sido una motivación para fortalecer mi actitud de servicio.
Desde que comencé mi formación en el Tec, ingresé al grupo ANDAR México, creado por Líderes del Mañana para realizar actividades sociales en nuestra comunidad; durante cuatro semestres fui colaboradora y luego mis compañeros me eligieron como presidenta del grupo.
Con entusiasmo y el apoyo de mis compañeros, dirigí las actividades que realizamos, entre las que se encuentran “Hermano Mayor”, “Préstamo de libros”, visitas a hospitales y asilos, así como la recolección de cobertores y artículos escolares para personas con necesidad.
Además, uno de los proyectos que más me ha apasionado es el voluntariado que realizo, desde el verano de 2017, con la fundación en Teabo y Chumayel de Yucatán. Algunas de las acciones que he realizado han sido organizar actividades de aprendizaje con niños e impartir clases de alfabetización para personas adultas.
Al ser presidenta del ANDAR México decidí continuar mi trabajo en esta comunidad y desarrollar voluntariados durante los periodos de diciembre de 2017 y mayo de 2018. En este último tuvimos la oportunidad de realizar actividades de valores con más de 800 niños de la comunidad.
Con los jóvenes de esa región también hemos trabajado, ya que les ofrecimos un curso de emprendimiento social a estudiantes de preparatoria provenientes de cinco pueblos aledaños.
Con el curso buscamos inspirarlos y mostrarles que son capaces de hacer grandes cosas, por lo que después de recibir los módulos de motivación, planeación, finanzas y ventas, tuvimos un concurso final en donde seleccionamos, con apoyo de una maestra de la preparatoria y una representante de la Secretaría de la Juventud de Yucatán, al mejor proyecto.
Los alumnos que conformaron tal equipo, así como otros dos muy destacados por su trabajo durante la semana, recibieron como premio un viaje todo pagado a Monterrey para participar en INCmty.
Una de mis mayores pasiones es ser maestra, es una labor que respeto y admiro muchísimo y me siento halagada de poder serlo, no sólo con esta vivencia, sino de manera continua, ya que los sábados imparto también clases.
Gracias a Líderes del Mañana he podido seguir creciendo como estudiante y como persona, haciéndome consciente de mi realidad y la de otros, sabiendo que puedo ser capaz de cambiarla al inspirarlos para cumplir sus sueños.
Al pensar en mi futuro profesional, descubrí que lo que más me apasiona es analizar cuestiones sociales y buscar posibles soluciones a los problemas que se puedan desarrollar.
Ser elegido como Líder del Mañana me ha permitido cursar la carrera de Relaciones Internacionales, la cual me sensibiliza aún más sobre los cambios sociales más importantes de México.
Es por eso que decidí formar parte del grupo estudiantil ANDAR México, desde el cual buscamos generar conciencia sobre la agenda educativa mexicana. La realización del congreso “Retos de la educación en México” ha sido una de las actividades más importantes en las que he cooperado como parte de este grupo.
Actualmente, me encuentro como líder de un proyecto en Monclova, Coahuila, que consiste en la creación de un huerto comunitario que fomente el valor de la comunidad entre los habitantes de la colonia Curva de Juan Sánchez de este municipio.
Este proyecto pretende fomentar la creación de una economía solidaria, pasando por las etapas de crecimiento, del sentimiento de identidad, la creación de comunidad, el desarrollo de talleres y la realización del huerto.
Estoy muy orgulloso porque a este proyecto cada vez se suman más personas, ahora ya contamos con el apoyo de compañeros de otras universidades, así como de alumnos y profesores de preparatoria.
También soy colaborador activo de las diferentes brigadas de salud que se llevan a cabo en diferentes zonas marginadas también de Monclova, pues es una manera de estar en contacto con las personas y de ayudarlas.
Pensando en cómo generar un mayor impacto a mediano plazo, buscaremos unir los proyectos de brigada de salud con el del huerto comunitario para hacer que estos proyectos sean sostenibles, sustentables y que tengan el debido seguimiento; también queremos involucrar a más sectores de la sociedad.
Además, tengo en mente un proyecto para el impulso y el desarrollo de las artes entre los estudiantes de educación básica de Nuevo León, el cual está enfocado en la creación de bibliotecas comunitarias multifuncionales.
Gracias a mi estancia en el Tecnológico de Monterrey y a Líderes del Mañana mi sueño de conocer otro país se ha hecho realidad, pues fui seleccionado para cursar un semestre en la Universidad de los Andes, en Colombia.
Con antelación sé que esta experiencia la aprovecharé al máximo, podré ampliar mi conocimiento y conocer ideas que beneficien a la sociedad, ya que nuestros hermanos colombianos han realizado proyectos de alto impacto social que nos pueden servir en gran medida para mejorar nuestro entorno sociocultural.
Líderes del Mañana no está cambiando solo mi vida. Gracias a que conocemos personas que nos inspiran a llegar más lejos y que cambian nuestro panorama de las cosas, nosotros estamos también impactando la vida de nuestros allegados, lo que genera una cadena de cambio social que hace que las acciones trasciendan.
Mis deseos por aprender y crecer eran potenciados por una de las mejores universidades del país; la confianza que ésta había depositado en mi capacidad y mi persona no hacía sino incentivar mi anhelo por aprovechar su ofrecimiento.
Desde niño, hacer ciencia siempre había sido mi fascinación; quería saber cómo funcionaban las cosas, de dónde venía lo que damos por sentado, así que opté por ingresar a la carrera de Ingeniero Físico Industrial.
He tenido la fortuna de relacionarme con jóvenes con ese sentimiento y esa pasión por el saber, y con maestros y doctores que a lo largo de su vida han realizado la labor que yo deseaba continuar.
Toda mi preparatoria me esforcé por alcanzar la excelencia para conseguir entrar a una buena universidad. Fui el mejor promedio de mi generación, pero en el proceso dejé de hacer cualquier actividad que pudiera significar una distracción en mi desempeño académico.
No fue sino hasta mi último año que pude darme cuenta de todo lo que me estaba perdiendo por no arriesgarme. Por ello, al graduarme decidí que si lograba la distinción Líderes del Mañana me aseguraría de aprovechar al máximo todo lo que la escuela me ofrecía. Hasta ahora, creo haberlo hecho.
Fui presidente de la Asociación de Estudiantes de la Modalidad de Investigación e Innovación y voy ser coordinador de desarrollo social de la Sociedad de Alumnos de Ingeniero Físico Industrial. Por mis actividades, durante el 2017, fui reconocido como Alumno Destacado de la Escuela de Ingeniería y Ciencias.
Soy director de desarrollo social de la Asociacion Jóvenes Unidos por la Tecnología, A. C., y he colaborado con Distrito Tec en una brigada de mejoramiento escolar de un CBTIS con altos índices de deserción.
También he participado con “Techo México” en la construcción de viviendas de emergencia, así como para los damnificados del sismo de 2017 en Ixtepec, Oaxaca.
He tomado clases de natación, baile, escultura y escritura creativa. Soy articulista del periódico escolar Nueva Prensa y fui reconocido como el mejor colaborador de Arte y Cultura, en enero-mayo de 2018. Además, continúo trabajando en un grupo scout local. En febrero de 2018 tuve oportunidad de dar una plática en el evento TEDxUANL sobre la trascendencia del movimiento scout en la vida profesional.
Si de algo me siento orgulloso es de haber podido encontrar ese balance entre mi vida académica y mi vida personal. Y es que más allá de las calificaciones o de los cursos, el propósito de la universidad es aprender a tomar las riendas de cada aspecto de mi vida para convertirme en un ciudadano de bien.
El Tecnológico de Monterrey es una gran familia y tengo el honor de ser parte de ella desde hace dos años. Parece poco tiempo, pero ha sido el suficiente para vivir un sin número de experiencias increíbles.
En mi primer año, tuve la oportunidad de formar parte del grupo representativo de música de mi campus y participar en el Festival Regional de la Cultura y las Artes en Querétaro.
Gracias a la convivencia, al ambiente escolar que se vive en el Tec de Monterrey, me integré a un equipo con el que comparto objetivos y desarrollamos un proyecto de alto impacto social “Una gota de esperanza”, cuya meta es llevar agua a mi comunidad y a muchas más comunidades zacatecanas que carecen de este recurso vital.
“Una gota de esperanza” compitió en el festival de emprendimiento más grande de Latinoamérica, en el que obtuvimos el primer lugar en la categoría de proyectos sociales. Esto nos dio la oportunidad de asistir al Ashoka U Exchange, en Miami, Florida. En este evento, aprendí sobre los fundamentos sólidos del emprendimiento social. Ahora formo parte de una red mundial de agentes de cambio que tienen la meta de generar una transformación en todos los aspectos y en todo el mundo.
En el Tec de Monterrey es impresionante el alto nivel académico que se vive día tras día, clase tras clase. Aquí se rompen los esquemas del aprendizaje tradicional y cada alumno tiene la oportunidad de construir su aprendizaje basado en experiencias reales, vivencias que dejan huella.
Un claro ejemplo es el Verano i en Costa Rica que consistió en inspirar, acompañar, apoyar e impulsar los emprendimientos de personas refugiadas en Costa Rica. Los que participamos vivimos la visión del Tec de Monterrey, lideramos proyectos de vida, emprendimos sueños compartidos, fuimos empáticos y humanos al entender la realidad del otro, y pusimos nuestras habilidades, tanto personales como profesionales, a su servicio para mejorar su calidad de vida, todo esto en Costa Rica, un entorno nuevo donde vivimos la internacionalización y conocimos al país desde adentro, desde su gente.
Esta experiencia nos dio reconocimientos y premios para nosotros y nuestros emprendedores que cambiaron mi vida y, sobre todo, generaron nuevas esperanzas para quienes sentían que habían perdido todo. Este verano 2018 fue transformador.
En ocasiones, no creemos que un cambio sea posible, lo que cada uno debe saber es que el verdadero cambio comienza en cada uno de nosotros. No importa tu condición social, económica, edad, género o alguna otra. Todos de alguna manera, con pequeñas o grandes acciones pueden ayudar. Mi propósito era transformar mi entorno, mi comunidad, pero ahora me doy cuenta que puedo ir mucho más lejos.
Ser un Líder del Mañana es para mí un privilegio, un reto, un compromiso con todas aquellas personas que me han impulsado para llegar hasta aquí, y una oportunidad de transformar la vida de otros.
No tengo más que agradecer a todos aquellos que han hecho y hacen esto posible, gracias Tec de Monterrey, gracias al Programa Líderes del Mañana, gracias Sorteos Tec. Sin duda alguna, la mejor manera de agradecer es compartiendo mis experiencias y aprendizajes, actuando y reafirmando mi compromiso por transformar a México.

Mi nombre es Adrián Anchondo Alvídrez, Líder del Mañana de la 4.º generación, y es gracias a esta oportunidad que tengo la dicha de estudiar la carrera de Médico Cirujano en el Tec de Monterrey, Campus Chihuahua. Soy orgullosamente chihuahuense proveniente de la capital y estoy a punto de cursar mi tercer semestre de la carrera.
Cabe destacar que si pongo mucho énfasis en la vida, es porque mi carrera es eso, es más que solo tomar un bisturí, cortar y pegar, o tomar una receta y llenarla de garabatos que solo los farmacéuticos entienden. Es apreciar la vida de cada ser humano –desde que nace hasta su final, cuando el corazón de la persona deja de latir– y respetar que depositará su confianza en mí y hacer hasta lo imposible por permitirle vivir.
Desde pequeño me encanta nadar, gracias a la disciplina pude ganar primeros lugares en diversas competencias de novatos, y fui seleccionado en el equipo de la Escuela Olímpica de Natación de Chihuahua, aquí gané primeros y segundos lugares en competencias estatales de nado combinado.
Soy un apasionado del arte, amo bailar danza folclórica y pertenecí a grupos de baile desde la primaria, en la preparatoria viajé a distintos lugares del país por haber obtenido primeros lugares en los interbachilleres. En el ámbito académico he participado activamente en olimpiadas del conocimiento de química, física y biología.
He participado como tutor en los Tópicos de Medicina para alumnos de preparatoria; y en mi primer verano como estudiante, participé en el primer Verano i en Costa Rica, en donde viví una de las mejores experiencias de mi vida al trabajar directamente con la ONU-ACNUR para apoyar a refugiados capacitándolos en emprendimiento e innovación.
Junto con otros dos compañeros Líderes del Mañana, nuestros emprendedores obtuvieron 4 de 5 premios, vislumbrando así nuevas oportunidades de vida.
Muchas gracias Tecnológico de Monterrey por las grandes oportunidades brindadas, por esas magníficas experiencias en compañía de personas que han marcado mi vida y por permitirme ser parte de esta gran familia.

Mi madre se casó a los 19 años. Ella no terminó de estudiar la secundaria porque no tenía 15 pesos para tomarse una foto que aparecería en su título. Mi padre estudió para ser contador privado, pero nunca ejerció porque no encontró trabajo. La precariedad de mi familia, mi nacimiento y el de mi hermana, obligó a mi padre a moverse de país. Fue tras el sueño americano y se fue de “mojado” a los Estados Unidos por 10 años, volvió cuando yo tenía 11 años de edad, y desde entonces trabaja como taxista de medio tiempo.
Un día, cansada de tanta necesidad, humillaciones y discriminación, mi madre hizo que un sueño se volviera realidad en nosotras: el tener una educación de calidad que comenzara desde casa. A la edad de cuatro años, me enseñó a leer y escribir. Poco a poco me formó para que fuera fuerte y con un carácter determinado, ella no quería que dependiera de nadie más y me lo hacía saber todos los días diciendo: “No necesitas de un hombre, lo puedes todo sola”. Después de las lecciones, me hacía preguntas de la vida o me leía libros para que pudiera reflexionar. La frase que marcaba el fin del día era: “tú no eres igual a los demás, llegarás muy lejos, estudiarás en los mejores lugares”.
Fui creciendo con esa determinación, fui premiada en la escuela por mis esfuerzos en las áreas de ciencia y tecnología, pero dentro de mí eso no era suficiente, porque en mi filosofía de vida, el buscar un reconocimiento es llenar un vacío; las acciones deben medirse desde la introspección de saber porqué las haces, y para mí se deben hacer para el bien con los otros, por el simple hecho de que todos somos humanos.
Quería ayudar con urgencia a mi comunidad, entonces empecé un proyecto de alfabetización a adultos mayores y niños por medio de una galería de autores contemporáneos. Durante los dos años que trabajé en él se lograron atender a ocho mil personas. Llegó el momento de dejar el proyecto, pues tenía que buscar cómo estudiar una carrera profesional.
Así fue como me informé de las becas existentes y llegó a mí el programa Líderes del Mañana; fue como ganarme la lotería. El ganar la distinción y estudiar en el Tec de Monterrey cambió completamente el rumbo de mi familia y nos dio esperanza.
Actualmente estudio biotecnología y tengo tres años en el Tec de Monterrey. El Tec me enseñó lo productiva que era mi área laboral, me mostró que podía trabajar en los mejores laboratorios y crear tecnología, pero luego vino a mi la pregunta ¿qué pasará con mi comunidad?
Entonces, en 2017, fundé La Sociedad Científica Juvenil (SCJ) en el estado de Campeche, con el objetivo de divulgar la ciencia y la tecnología para animar a los jóvenes a ser partícipes de los adelantos científicos; enseñarles con talleres especializados en un área científica que hay un mundo diferente a su realidad cotidiana, y ayudarlos a encontrar becas para que continúen con sus estudios, entre otros.
Durante mi presidencia, el alcance de la SCJ fue de 15 mil personas en el estado. El proyecto se volvió muy grande, entendí que mi trabajo estaba hecho. Actualmente la SCJ está funcionando y miles de jóvenes están siendo beneficiados.
Entendí que uno de los mayores problemas en México era el rezago social. Al leer ensayos sobre la solidaridad, exploté, recorrí ríos frescos de ideas, me sentí llena, pero también profundamente triste, ¿qué pasa con México?
Comprendí que era urgente trabajar por mis similares con coraje y dedicación, de esa manera, tomé el reto de formar parte del Semestre i en Chiapas. Sabía que tenía que hacer algo por las comunidades más desprotegidas; no tenía ni la menor idea de lo que verdaderamente eran esos niveles de abandono por parte de la comunidad occidental.
Durante este semestre comencé a trabajar con las parteras tradicionales del municipio de Tenejapa, Chiapas. Ellas también son víctimas de la exclusión social. La labor de estas mujeres en las comunidades es de gran relevancia, están llenas de conocimiento ancestral de las primeras civilizaciones. Escuchar a una partera contarte en tseltal sobre cómo traer seres humanos al mundo, no solo te hace vivir, te hace ver la bondad que comparten los unos con los otros, te hace ver la verdadera solidaridad, ver como las personas son felices aunque solo tomen agua caliente, aunque no tengan zapatos y estén destinados a morir por una infección estomacal por la mala calidad del agua o por dar a luz, ellos viven el día a día. Puedo decir que por primera vez me sentí parte de un lugar, me siento hija de la Tierra sin importar lo que vista, me siento igual a mis semejantes, siento amor profundo y sincero por mis hermanos chiapanecos.
Me uní al proyecto de construcción de casas para parteras que comenzaron algunos profesores del Tec de Monterrey hace dos años. Aquí también se busca crear inclusión social mediante la validación de los derechos humanos y constitucionales.
Actualmente trabajo con un grupo de ingenieros y arquitectos en el diseño de las casas de partería con arquitectura sustentable, a la que también llamamos “dispositivo social”, ya que es un espacio en donde se propicia el generar lazos de comunidad y que las personas puedan proponer mejoras, que se puedan generar líderes responsables o sociales que trabajen en pro de la comunidad de Cruzchén.
Gracias a este proyecto, conocí más a fondo las problemáticas en Chiapas y en el sur de México, y a partir de ello nació la asociación civil llamada “Proyecto Aliyel en Libertad”. Aliyel en tzeltal significa niñez, por lo tanto en español significa “Proyecto Niñez en Libertad” o PAL. La A. C. Proyecto Aliyel en Libertad busca crear no solo casas de partería, sino un espacio multifuncional para diversas tareas haciendo uso de la arquitectura sustentable, no atacando solo el problema de la muerte materna e infantil, sino también el problema de exclusión mediante validación de derechos y políticas públicas.
Su propósito es generar inclusión social en las comunidades vulnerables, así como espacios de conocimiento que les permitan conocer y validar sus derechos, además de enseñarles sobre la importancia de la educación para así generar condiciones mejores de vida y de salud física.
El proyecto es de suma importancia para que las comunidades puedan ser escuchadas y respetadas. La fe que las comunidades le tienen al proyecto nos hace trabajar sin descanso, nos hace entender que todas las personas tienen derecho a tener las mismas oportunidades por el simple hecho de ser seres humanos.
Solo quiero recordarles a todos los Líderes del Mañana que jamás olviden de dónde vienen y a dónde quieren llegar para ayudar a sus semejantes de la manera más humilde y amorosa posible.
Cada uno aquí es una revolución, imagínense a cada uno de ustedes ayudando a sus comunidades, mostrando que otro mundo es posible y no lo digo como una utopía, sino como un deseo inherente, un grito desesperado que ya comenzó y nadie va a parar.

Mi historia es de lucha, esfuerzo y metas por cumplir, hoy la comparto para que conozcan cómo Líderes del Mañana está transformando la historia de cientos de jóvenes, que como yo deseamos cambiar a México.
Nací en Sabinas Coahuila; crecí solo con mi mamá, papá murió cuando era niño. Mamá ha sido un ejemplo increíble de enorme voluntad, de niña sufrió un accidente y perdió la movilidad de una mano y un pie, por eso le ha costado mucho encontrar trabajos para sacarnos adelante. Para ayudarla, comencé a trabajar durante la preparatoria, al terminar, pensé en irme al ejército o trabajar de tiempo completo. ¡Estudiar en el Tec de Monterrey era algo que jamás imaginé!
Cuando vi la convocatoria del Programa Líderes del Mañana pensé: ¡Me están buscando a mí! Hoy estudio Biociencias porque quiero ser investigador y curar la diabetes, sé y siento que ese es mi camino.
Desde los 14 años participo con la Fundación MásFe, en Sabinas, que apoya a mujeres que padecen cáncer de mama, a niños y adultos mayores de escasos recursos. También en Sabinas, por dos años coordiné el Movimiento Pandillas de la Amistad que trabaja en la reinserción de los jóvenes a través de la evangelización.
Cuando llegué al Tec, quería seguir trabajando a favor de los jóvenes, me vinculé con DistritoTec y empecé a crear un proyecto en la zona de La Campana, N.L., en el CBTIS 99 (Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios), en donde existe un alto índice de deserción escolar, más del 60 por ciento de los chavos abandonan sus estudios por causas económicas, familiares o por conflictos que existen en la zona.
Necesitábamos motivarlos para que no faltaran a la escuela; platiqué con ellos y descubrí que estaban interesados en actividades deportivas y culturales a las que no tenían acceso. Lancé un llamado a compañeros del Tec que sabían canto, danza, parkour e idiomas, para que compartieran con los chavos sus conocimientos. Los primeros en unirse fueron mis compañeros de Líderes del Mañana, empezamos como un voluntariado y hoy colaboramos más de 35 jóvenes y somos una opción de servicio social para todos los alumnos del Tec.
Ayudamos a los chavos a que también reflexionen sobre ¿a dónde van? y ¿hasta dónde quieren llegar? Al finalizar los talleres, organizamos un evento de clausura en el Tec de Monterrey con pláticas y dinámicas para promover la integración y el trabajo en equipo. Todo lo que hacemos es para que ellos se den cuenta que el estudio es indispensable para un mejor futuro.
Ahora, después de dos años, en el CBTIS 99 los jóvenes se han vuelto más participativos y se han integrado como una comunidad. Yo quiero que este proyecto sea un modelo replicable para otras zonas con ambientes similares.
Trabajar con los jóvenes es una de mis grandes pasiones. Durante el verano, junto con más jóvenes de Sabinas, Coahuila, de diversas universidades, vamos a impartir un campamento de robótica y biotecnología para adolescentes.
Yo les digo a mis compañeros que se sumaron a este esfuerzo, que nosotros que tenemos el privilegio de estudiar una carrera universitaria, necesitamos devolverle algo de lo que ahora sabemos al lugar que nos vio crecer.
El Tec de Monterrey me da la posibilidad de vincularme con proyectos y expertos de todo el mundo para cumplir mi más grande reto: curar la diabetes, además puedo seguir trabajando con y para los jóvenes de mi país.
Un día mi madre me dijo: “No hay nadie mejor que tú para hacer realidad tus sueños”, gracias a Líderes del Mañana estoy cumpliendo esos sueños porque creen en el potencial de nosotros los jóvenes.
- 1 of 2
- siguiente ›