Déjame te platico un poco mi historia, la cual no difiere mucho de las demás, que de igual modo han enfrentado retos y han dado todo por lo que quieren en la vida.
Soy apasionado de las rondallas y tengo el orgullo de decir que pertenezco a la mejor rondalla de Veracruz, según los últimos concursos nacionales a los que hemos asistido. Pasé a quinto semestre de Licenciado en Administración de Empresas, así que ya estoy casi a la mitad del camino.
Durante estos cuatros semestres he tenido un crecimiento enorme y estoy seguro de que de no ser por el Tec no lo hubiese logrado. Llevo un promedio acumulado de 95, el cual he mantenido dedicándole el suficiente tiempo al estudio y a las clases. Pero lo que me encanta del Tec, es que no solo te mides por un número, sino por el sinfín de cosas que puedes realizar dentro de la Dirección de Asuntos Estudiantiles. Lo que te evalúan aquí, es que seas un chico integral y eso inspira mucho más a seguirle. Durante mi primer semestre asistí a clases de Salsa y, ¡vaya que sirven!
En el segundo semestre, un grupo de maestros observó que tenía los suficientes conocimientos en las TIC como para dar clases de Excel Intermedio a los profesores de Universidad y Preparatoria. Fue, sin duda, un honor tener a mis profesores como asistentes al taller y fue ahí donde confirmé que todos podemos aprender de todos.
Fue en segundo semestre también, donde recibimos la visita de Jorge Blando en Sorteos Tec, y encomendó a todos los líderes la tarea de capacitar a todo el personal de Sorteos en uso de TIC. En ese tiempo éramos 7 y nos enteramos de que para finales del semestre entrarían 12 nuevos miembros. También, al ver que pudimos trabajar en equipo dando clases, pensamos que podíamos hacer proyectos más grandes juntos. Así fue como nació la Sociedad de Alumnos Líderes del Mañana, la cual tengo el honor de presidir.
En el tercer semestre junto con otro compañero continuamos con las clases de actualización e impartimos un curso de Google Apps for Education para todos los profesores. Esta actividad me ayudó a mejorar mis habilidades para hablar en público, a expresar mis ideas y así poder darme a entender en la materia.
Todo este año fue un año de éxitos para nuestro grupo estudiantil, ya que logramos obtener dos de tres premios que se entregan semestralmente en la entrega DAE a las mesas y grupos estudiantiles, Premio al Desarrollo Social y a la Transferencia de Conocimiento, lo cual nos sorprendió mucho porque a pesar de ser una mesa nueva, pudimos trascender dentro de la institución. Desde rifas hasta karaokes y concursos de baile, desde rallies hasta conferencias de emprendimiento y talleres de liderazgo, así como viajes estudiantiles, fueron algunas de las actividades que realizamos durante nuestro año de servicio.
Todo esto sin contar todas las experiencias que he vivido en los congresos, viajes estudiantiles y talleres que he recibido de forma adicional a mis materias.
Pero no les he contado también que asistir a todos estos eventos y participar en todas estas actividades ha sido un reto. Mis padres son de edad avanzada, mi papá tiene 75 años y mi mamá 57. Mi padre se dedicó toda su vida a ser maestro albañil con lo cual nos manteníamos los tres, mi madre siempre estuvo ayudando en el hogar y en sus tiempos libres haciendo costura. En cuanto a mí, en ocasiones salgo a tocar la guitarra en los restaurantes o realizo composturas de computadores y trabajos de informática. Todo esto con el fin de apoyarme con mi transporte y comida diaria.
Mis padres están orgullosísimos de que haya ganado la beca; sin embargo, el año pasado, mi padre sufrió un derrame cerebral, lo cual lo dejó paralizado de medio cuerpo y los primeros meses ni siquiera recordaba quien era. Fue algo muy triste para mí, pero que no dejó que me venciera, pero si elevó el nivel de dificultad de este reto. El tiempo que estuvo en el hospital, al ser solo mi mamá y yo, yo lo cuidaba durante las noches y ella en el día. Cuando lo dieron de alta nos dijeron que no nos ilusionáramos con que volviera a poder caminar o de que regresara en sí al cien por ciento.
Aun así, durante las mañanas iba a la escuela, en las tardes salía a tocar y en las noches llegaba a bañarlo y cambiarlo porque mi mamá no se lo aguantaba. Así estuvimos ocho meses hasta que comenzó a haber una mejora constante y déjenme decirles que al día de hoy ya ha recuperado un ochenta por ciento de sus recuerdos y ya puede caminar por sí solo. Actualmente vivimos de la pensión que recibe mensualmente por haber sido asegurado en varios trabajos que tuvo.
La vida te pone retos y tienes que afrontarlos, antes de entrar al Tec, por causas económicas tuve que suspender mis estudios de preparatoria un año, donde realicé diversas actividades para ayudar al hogar desde tocar la guitarra y cantar, hasta trabajar lavando carros y vendiendo pan en un triciclo. Nunca me sentiré avergonzado por decir que realicé estos trabajos, porque gracias a estos logré salir adelante con mi familia.
Así que cuando te preguntes qué es un líder del mañana, sabrás que son historias de éxito y de superación, pero también recuerda que son familias, sueños y retos que están detrás de todo este proyecto que sin duda nos ha cambiado la vida a todos. ¡Gracias Tec de Monterrey!
Hace tres años empecé a estudiar en el ITESM Campus León. Durante este tiempo, he aprendido, sentido y conocido muchas cosas, como alumno he madurado en mi formación y he experimentado el fracaso en varias ocasiones, me he desanimado algunas veces, pero jamás me he rendido. Así como la parte académica ha tenido un papel importante, también he hecho amigos, he conocido a personas que han cambiado mi vida, he cambiado de ciudad, me he hecho más independiente, he caminado por caminos que no me hubiera imaginado y he hablado sobre cosas que no se me habrían ocurrido. he tomado malas decisiones y he aprendido de ellas.
Si pudiera elegir algo de lo mucho que he vivido en todo el tiempo desde que inicié la universidad diría que lo mejor es saber que “ya no soy el mismo”, que todas las personas que he conocido, y que todo lo que he vivido me han vuelto alguien distinto, con más voluntad, con mayor dedicación, que ha sabido enfrentar el miedo y no sucumbir ante él, que las palabras de aliento de todos aquellos quienes creían en mí, aún siguen haciendo eco en lo más profundo de mi ser, que he podido encontrar cosas que no conocía de mí mismo y que poco a poco me encamino a mis sueños y a lo que siempre he querido ser. La única batalla es contigo mismo y la convicción que tengas en el mundo para continuar una y otra vez, para vencer las adversidades, disfrutar de la vida y para finalmente encontrar el sendero que debes recorrer.
No es destino ni casualidad, pues todo lo que somos es el resultado de nuestras acciones. El Tec me ha dado la oportunidad de vivir todo esto, ha influido en quién quiero ser y me ha enseñado lo que puedo lograr con mi esfuerzo. Me gustaría seguir viviendo muchas más experiencias y aprender muchas más cosas en lo que me queda de mi tiempo como estudiante. Quiero agradecerles a mis padres, a la institución y a todos a aquellos que me han apoyado y han sabido creer en mí. Espero hacer que algún día se sientan orgullosos y ayudarlos también.
Gracias.
Mi nombre es Miguel Ángel Rocha González y me gustaría contarles como fue mi experiencia al ingresar al Tecnológico de Monterrey.
Hace tiempo, antes de terminar la secundaria mis mejores amigos y yo estábamos platicando que es lo que nos gustaría estudiar y en donde nos gustaría hacerlo, casi todos optamos por una ingeniería, pero cada quién quería estudiar en diferentes escuelas.
Algunos querían estudiar en el Tec de Monterrey y contaban con los fondos suficientes para pagar la escuela, otros querían estudiar en la universidad de mi ciudad y yo por mi parte, también quería estudiar en el Tecnológico de Monterrey debido al prestigio con el que cuenta la institución y aunque desgraciadamente mi familia no contaba con los fondos necesarios para pagar mi universidad ahí, yo sabía que si me esmeraba podía lograrlo.
Así que eso fue lo que hice, día con día mejoraba más y más para crecer como estudiante y como persona para lograr mi objetivo. Cuando de verdad quieres algo te das cuenta de que con esforzarte lo suficiente eres capaz de lograr muchas cosas.
Algo que yo nunca pensé al fin se hizo realidad, fui uno de los beneficiarios de la tercera generación de Líderes del Mañana, un programa de becas que ofrece apoyos educativos del 100% para personas con las cualidades de liderazgo pero que no cuentan con los fondos económicos suficientes para pagar la escuela.
Quisiera comentarles mi experiencia sobre lo que todos nosotros logramos y muchas personas más pueden lograr, no porque no cuentes con el dinero suficiente significa que no podrás ser alguien en la vida, la situación económica de la gente crea barreras y somos nosotros los encargados de romper estas barreras, esos paradigmas que hacen creer a la sociedad que se necesita dinero para lograr grandes cosas. Todo esto es una idea errónea que la gente tiene y debemos de cambiar, ya que cada persona puede lograr sus metas con dedicación y esfuerzo. Así que por medio de esta pequeña historia invito a todos los jóvenes que estén leyendo esto a que se animen a perseguir sus sueños.
En primer momento para todos nosotros esto es una gran noticia ya que el estudiar en el Tecnológico de Monterrey es un gran orgullo para cualquier estudiante.Cuando uno entra al Tec de Monterrey obviamente entra en un ambiente nuevo, la gente normalmente cree que las personas que estudian aquí son egoístas y que no son muy amigables, pero no. Desde el momento en que puse un pie en el Tecnológico de Monterrey como estudiante, me di cuenta de que hay personas que valen mucho tenerlas a tu lado, ya que en cada momento que he pasado aquí han estado conmigo no importa lo que pase.
Cuando ingresé aquí no me fue difícil adaptarme ya que mis relaciones con la gente siempre han sido fuertes y dos de mis mejores amigos ya estudiaban aquí. Sin embargo, conocí mucha gente nueva que ahora puedo decir con orgullo que son mis amigos. Con ellos he pasado diferentes momentos: desde una tarde llena de risas hasta contarles mis experiencias en la vida y mis problemas personales.
También he vivido otras experiencias como estudiar juntos para antes de un examen parcial o un examen final hasta estar al borde de la locura debido al estrés que uno vive en ocasiones, pero a fin de cuentas aprendes que todo esto te deja grandes experiencias y muchas enseñanzas. Y ni hablar de todas las nuevas cosas que aprendes… ¡vaya! ¿Qué iba a saber yo que la programación se me iba a dar tan bien?
Durante los primeros dos semestres de mi carrera desarrollamos varios proyectos donde cada quien tenía que poner de su parte para sacar adelante al equipo, nos juntamos en talleres, aprendimos sobre cableado de máquinas, aprendimos a programar un robot controlado a distancia e incluso aprendí a utilizar máquinas que no tenía idea de cómo funcionaban o para que eran.
Durante los primeros dos semestres que he estado aquí he aprendido a valorar mucho a las personas y he obtenido experiencias y aptitudes que me ayudarán a ser aún mejor en la vida, sin duda cada uno de nosotros estamos en deuda con el Tecnológico de Monterrey y debemos pagar esa deuda algún día, todo esto lo lograremos juntos apoyados por nuestros compañeros y nuestra familia.
Quisiera terminar diciéndoles a los nuevos líderes que sin duda el programa Líderes del Mañana es algo increíble que da una oportunidad muy grande a las personas que quieren ser mejores cada día y que además de ganar el orgullo de estudiar en esta gran institución, estás ganándote una nueva familia. ¡Bienvenido hermano!
Formo parte de la tercera generación de Líderes del Mañana. ¡No puedo creer que ya se ha cumplido un año desde que me dieron la noticia de mi vida! Es increíble lo rápido que pasa el tiempo y los muchos aprendizajes que se dan en el camino.
Debo admitir que no ha sido fácil. Ser líder del mañana no sólo es llevar un buen promedio, no faltar a clases y cumplir con tareas: es la oportunidad de dar a alguien más, la misma oportunidad que nos han dado a nosotros.
Desde que entré al Tec, gracias a esta maravillosa oportunidad, me he vuelto más curiosa, y es que ahora quiero saberlo todo. Busco sin detenerme, hasta que quedo totalmente satisfecha con lo que he encontrado. Me parece fascinante que unas clases, aparentemente normales, causen tanto impacto en mí. Sé que no soy la única que se siente así: con ganas de comerse al mundo. Es por esto que mis compañeros y yo, hemos empezado un grupo estudiantil destinado a cumplir la misión que los que formamos parte de Líderes del Mañana debemos seguir: dejar una huella y que nos recuerden por lo que hicimos y no por quienes somos. Este es el proyecto que más importante de mi vida y en el que pondré mi corazón entero.
Tú que estás leyendo esto y que estás a punto de comenzar la etapa más increíble de tu vida, nunca olvides de dónde vienes y de lo que tuviste que pasar para estar aquí hoy. Todo el esfuerzo realizado dará frutos en un futuro no muy lejano y necesitamos de tu humildad, sencillez, inteligencia, perseverancia, convicción y tus ganas de salir adelante para crecer como personas.
Recuerda que estamos juntos en esto, debemos de apoyarnos para hacer de este país y del mundo, un lugar mejor. Espero escuchar de ti algún día. Este es tu momento, disfrútalo. ¡Muchas felicidades!
Desde que era pequeña siempre me imaginé en los escenarios más increíbles: viajando al espacio, recorriendo tierras lejanas y por qué no, salvando vidas.
Con el paso de los años fui cumpliendo mis fantasías, visité planetas insólitos en el planetario, con Julio Verne y su Vuelta al Mundo en 80 días recorrí tierras lejanas, pero aún no salvaba vidas pues solía creer que para eso necesitaba un nombre increíble, una capa y emblema especia; sin embargo, más tarde me di cuenta de que bastaba con una bata.
Estaba consiente que para salvar vidas no era suficiente sólo vestir de blanco, necesitaba de una preparación y estaba dispuesta a tomarla; mis papás siempre me brindaron todo lo necesario para lograrlo, tenía valores, una sólida educación y el cariño de las personas que me rodeaban, pero faltaba algo, no obstante, fui muy afortunada en recibirlo de parte de personas que confían en los sueños de la juventud, y fue así que con la beca Líderes del Mañana y el Tec de Monterrey, se puso en marcha oficialmente mi sueño.
Entrar a estudiar en una escuela tan prestigiosa como lo es esta institución hizo que mi vida diera un giro radical. Debo admitir que no ha sido nada fácil, tuve que mudarme a un estado desconocido sin la compañía de mis padres y adaptarme a un nuevo sistema escolar. Los profesores que aquí encuentras son de primer nivel, siempre te empapan de todos sus conocimientos y te impulsan a llegar más allá; aquí también hallas fantásticos compañeros, todos enfocados en una meta similar y con historias increíbles. El Tec te enseña que, si bien las calificaciones son importantes, no lo son todo y siempre es mejor dar un poco más para convertirte en un profesional íntegro en todos los sentidos.
Durante mi primer año como estudiante de Medicina, he recibido una infinidad de nuevos conocimientos, me llenaba de emoción leer los libros porque con cada capítulo terminado sentía que era capaz de comprender mejor el funcionamiento de distintas cosas acerca de la fisiología del cuerpo humano que hasta el momento me eran desconocidas.
En estos dos últimos semestres también tuve la oportunidad de conocer a personas maravillosas con quienes establecí fuertes lazos y me acompañaron durante el emprendimiento de nuevos y diversos proyectos para contribuir a la sociedad.
Hoy más que nunca me siento firme, estoy comprometida con la sociedad, mis metas son altas y estoy dispuesta a luchar por ellas a pesar de lo difícil que se vea el panorama con el fin salvar muchas vidas y mejorar la calidad de salud de nuestro país. En definitiva, este ha sido el mejor año de mi vida y agradezco a cada una de las personas que hacen posible que jóvenes como nosotros, los futuros líderes del mañana, hagamos nuestros sueños realidad.
Es una bendición y un privilegio el formar parte la gran familia del Tecnológico de Monterrey gracias al programa Líderes del Mañana. Después de que me otorgaran la beca en mayo del 2014 toda la magia de una gran experiencia comenzó.
Los primeros días podrían considerarse como un choque cultural muy fuerte al que poco a poco te vas acostumbrando. Acoplarse a un nuevo y muy exigente ritmo de trabajo fue uno de los retos más fuertes. En los primeros semestres conocí a grandes personas, que con el tiempo se hicieron los mejores amigos, confidentes y cómplices de la vida.
En estos primeros semestres me cautivó la institución, todo de ella, sus valores, su misión, su visión y el cómo se profesan dentro y fuera de ella. El sentido humano, como parte de la visión de la institución, hizo que desde el inicio guardara al Tec como mi alma máter, y me diera cuenta de que aquí es donde quiero estar.
No es mentira que el reto Tec es muy fuerte, por lo cual siempre puse mucho empeño en lo académico, además de propiciar una experiencia plena en mi estancia en el Tec destacando a través de actividades extracurriculares. Fruto de ello fue la oportunidad que me brindó el programa Líderes del Mañana de estudiar en la Universidad de los Andes, Colombia en el 2016.
Este intercambio a Colombia en el segundo semestre del 2016 fue, sin duda, la experiencia más transformadora de mi vida. Esta fue la primera vez que salí del país. Fue un gran orgullo representar a México y al Tecnológico de Monterrey en otras tierras, frente a otra cultura. La experiencia me permitió conocerme a mí mismo, estar en otro país sin tu familia es una prueba de fuego. El conocer a personas de todos los rincones del mundo, con todo tipo de opiniones sobre la vida y de elecciones en ella, me hizo crecer mucho como ser humano a través del respeto, la tolerancia y la comprensión.
Durante mi estancia en Colombia, en ese país se vivía una gran tensión por acuerdos políticos internos. La Universidad de los Andes tuvo una gran participación en el debate de las ideas; por lo que el tiempo fuera de México reafirmó mi compromiso hacia el Tec, mi país y mi región. Un grato recuerdo fue el llevar a cabo el panel internacional Paz y Juventud Latina, con la colaboración de los Líderes del Mañana que en ese momento estábamos en Bogotá y compañeros de diferentes países hermanos de Latinoamérica.
A mi regreso a México, junto con compañeros del programa en Campus Puebla, creamos ANDAR México – Capítulo Puebla, un grupo estudiantil con sede en Campus Monterrey y origen en la Universidad de los Andes.
Esta ha sido, de forma muy breve, mi vida en el Tec. Mi historia de crecimiento y transformación.
Mi nombre es Rocío Morales Tepox y soy miembro de Líderes del Mañana de la tercera generación. Para mí este primer año dentro del Tec ha significado un periodo lleno de cambios, pero sobre todo lleno de crecimiento gracias a los retos que se me han presentado siendo parte de una de las mejores instituciones del país.
Desde el primer día supe que no sería fácil, incluso debo admitir que sentía un poco la presión; es decir, estando dentro de Líderes del Mañana tienes un compromiso no solo contigo mismo y con las personas que te apoyan, sino con toda una nación. Sin embargo, si en algo me he fortalecido es en mi fe. Cuando pensaba en todas las dificultades que estaba enfrentando me sentía aturdida, pero después me percaté de que en realidad no pasaba nada, sino que todo estaba en mi mente.
También aprendí cuál es la diferencia entre ser un estudiante del Tec y ser un estudiante. Ser chico Tec significa más que sólo ir a sentarte a escuchar a un profesor, significa ser una persona que se entrega por completo a lo que hace, porque sabe que además de que obtendrá satisfacción propia, podrá beneficiar con su labor a otros.
Es ahí donde nuestro sentido humano entra en juego. Durante nuestra formación experimentamos dentro del aula pero también nos empapamos de lo que ocurre a nuestro alrededor. Así que las actividades son esenciales para nuestro crecimiento personal y profesional. Durante este primer año en la universidad tuve varias oportunidades de participar a lado de mis compañeros en ciertos proyectos que involucraron, entre otras cosas, ir a impartir talleres a niños de primaria.
En lo personal, disfruté mucho convivir con los niños al mismo tiempo que les enseñaba cosas tan sencillas pero significativas para sus vidas. Experimenté la emoción de ellos cuando aprendían sobre cosas como el reciclaje y algunos conceptos de química. Nunca se me borrarán las expresiones de una pequeña que me decía que le había encantado aprender sobre química y que tenía el deseo de estudiar una carrera enfocada en esa materia. Ahí es cuando me di cuenta de que aún las pequeñas acciones empujan a hacer algo muy grande. Con esto me siento más inspirada a seguir trabajando duro para conseguir mis objetivos.
Esta experiencia me es de mucho agrado porque siempre he creído en que la educación es esencial, y que es un ministerio que hay que tratar con mucho amor y cuidado. Nuestro país está lleno de gente maravillosa, y debemos aprender a ver oportunidades en donde hay adversidad. Por eso es que soy orgullosamente del Tec, porque comparto su visión de que tenemos mucho qué mejorar en un país como México.
He aquí otra cosa que quiero compartir: en el Tec somos personas como todas las demás, lo único que nos diferencia es que sabemos quiénes somos individualmente y sabemos que aún no hemos llegado a desarrollar todo nuestro potencial; pero, creemos que es nuestro deber hacerlo porque anhelamos un nuevo amanecer para nuestro querido México. ¡Viva el Tec!